El hecho ocurrió el martes 4 de noviembre, cuando una avioneta boliviana aterrizaba en una pista clandestina ubicada en una zona rural de Rosario de la Frontera. La banda había preparado el lugar extendiendo una lona para marcar el descenso, pero el piloto perdió el control y la nave se estrelló contra un Volkswagen Gol Trend que formaba parte de la logística terrestre. El auto terminó incendiado y uno de los integrantes de la organización resultó lesionado.
En la aeronave, Gendarmería halló tres bolsones con 136 kilos de cocaína, mientras que otras 220 unidades ya habían sido enterradas a unos 70 kilómetros del sitio del siniestro. Ese escondite fue ubicado horas después, durante allanamientos y rastrillajes en la zona. No obstante, fuentes judiciales sostienen que la carga inicial era mayor y que una parte habría sido retirada antes de la caída, por lo que continúan los operativos para recuperar el resto del cargamento.
Los detenidos fueron identificados como los pilotos bolivianos Juan Pablo Q. y Henry Álvaro M., y los argentinos Julián Darío M. (oriundo de Santiago del Estero), Jonathan Alejandro G. y Jorge Alberto C. La jueza Federal de Garantías N° 2 de Salta, Mariela Giménez, dispuso prisión preventiva por seis meses para todos ellos.
Un detalle llamativo contribuyó a la caída de los pilotos, ya que, tras escapar malheridos del lugar, se dirigieron a la terminal de ómnibus de Rosario de la Frontera con la intención de abandonar la provincia. Allí, intentaron comprar bebidas energizantes pagando en dólares, gesto que despertó sospechas en la empleada, quien dio aviso a la policía. Presentaban lesiones visibles en brazos y rostro, coincidentes con el accidente aéreo, lo que permitió su rápida identificación y detención.
La Justicia los imputó por contrabando de estupefacientes agravado por el número de intervinientes y el uso de una aeronave operada de manera irregular. A los tres argentinos también se les atribuyó transporte agravado de estupefacientes.
La investigación continúa para determinar el destino final de la droga y el paradero de los kilos faltantes, lo que podría derivar en nuevas detenciones y allanamientos.

