La Justicia Federal de Salta investiga una organización dedicada a la trata de niñas y adolescentes captadas en colegios secundarios. Hasta el momento, se identificaron 33 víctimas y ocho personas fueron imputadas, siete de ellas con prisión preventiva confirmada.
El fiscal federal general Eduardo Villalba encabeza la causa por trata de personas con fines de explotación sexual, abuso de menores y asociación ilícita. Entre los detenidos hay cinco hombres señalados como parte de una estructura organizada que operaba dentro y fuera de instituciones educativas.
La investigación comenzó tras la denuncia de una madre que, al revisar el celular de su hija, halló mensajes comprometedores. A partir de ese hecho se descubrió que los tratantes utilizaban a compañeros de escuela para obtener información sobre las víctimas, que luego eran contactadas por un remisero. Este las atraía con promesas de dinero —200 mil pesos si eran “vírgenes” y 60 mil por besos—, y tras los primeros encuentros sexuales, las amenazaba con revelar todo a sus padres.
Según fuentes judiciales, algunas víctimas fueron inducidas a reclutar a otras adolescentes, un modus operandi que la jueza federal Mariana Catalano comparó con el caso Jeffrey Epstein en Estados Unidos. En la resolución aclaró que esta estrategia no reduce la responsabilidad de los acusados.
Aún restan declaraciones en Cámara Gesell para profundizar los testimonios de las víctimas. La investigación reveló que el remisero era el encargado de trasladar a las menores incluso hasta los domicilios de los acusados, donde les suministraban estimulantes y sustancias. En otras ocasiones, las jóvenes eran introducidas dentro del baúl del vehículo para no llamar la atención al ingresar a dos moteles de la Ruta 26, donde se cometían los abusos.
Entre los imputados, Con Criterio Salta pudo saber que tres de ellos son empresarios.
