Una investigación de la Fiscalía de Río de Janeiro detalla cómo los líderes de la organización criminal ejercieron represalias físicas tanto a miembros de la banda como a habitantes de las favelas bajo su dominio
Mujeres sumergidas en hielo, hombres arrastrados por las calles y víctimas golpeadas mientras suplican por su vida forman parte de los casos de tortura y castigo documentados por el Ministerio Público de Río de Janeiro, atribuidos a la organización criminal Comando Vermelho.
El informe expone la cadena de mando y las prácticas de sanción dentro del Comando Vermelho, que opera principalmente en los complejos del Alemão y la Penha, en Río de Janeiro.
Este último dirige los llamados “tribunales del tráfico”, estructuras internas donde miembros de la facción y, en ocasiones, vecinos de las comunidades, son llevados ante los líderes para que se decida su castigo por supuestas faltas, disputas o transgresiones a las normas impuestas por la organización.
Alias “BMW” también lidera al grupo ejecutor conocido como Equipe Sombra, encargado material de llevar a cabo esas “sanciones”.
En uno de los videos que tuvo acceso la Fiscalía y que presentó como prueba, integrantes de la facción sumergen a una mujer en una bañera llena de hielo, como castigo por ser “conflictiva en fiestas”.
“No queremos golpear a vecinas, creemos que esta es la mejor forma de castigo”, indica una declaración en la denuncia, justificando la elección del método ante la comunidad.
Otro episodio que forma parte del expediente muestra cómo un hombre, atado, amordazado y parcialmente desnudo, es arrastrado por un vehículo en plena vía pública, mientras grita pidiendo perdón y menciona reiteradamente el apodo de BMW.
De acuerdo con el archivo del Ministerio Público, los agresores graban todo el proceso e incluso se burlan de la víctima.
“El automotor solo detiene su marcha cuando se observa un posible desmayo de la víctima y se oye: ‘Ih, apagó’”, detalla el documento.
La estructura de mando del Comando Vermelho también quedó evidenciada en un registro de videollamada: durante la intervención, alias BMW conecta en video con Carlos Costa Neves, apodado “Gadernal“ y ordena al castigado que explique ante el jefe los motivos de su sanción.
El informe muestra, además, los antecedentes contra BMW, vinculado a la muerte de tres médicos en un quiosco de Barra da Tijuca, en el sur de Río. Según las pesquisas policiales, las víctimas habrían sido confundidas con un jefe de una milicia rival. Tras descubrir el error, la propia facción ejecutó a los responsables materiales del ataque.
La investigación precisa que BMW no participó en esa ejecución, lo que explica que no haya sido objeto de represalias dentro de la organización.
El expediente resalta también la actuación de Fagner Campos Marinho, alias Bafo, identificado como brazo operativo en el tráfico de drogas y responsable de aplicar las agresiones físicas.
En uno de los casos documentados, Bafo golpeó a una persona, grabó un video mostrando a la víctima ensangrentada y le preguntó: “¿Quieres morir?”.
El material presentado ante la fiscalía muestra a la víctima atada, en evidente estado de sufrimiento y apenas capaz de balbucear respuestas tras la intensidad de la agresión.
El Ministerio Público sostiene que estas prácticas forman parte de un sistema de “disciplina”, empleado tanto contra miembros acusados de fallas internas como contra habitantes señalados por causar disturbios en el entorno de las favelas.
Según la denuncia, la organización utiliza los castigos para establecer reglas, infundir temor y demostrar su capacidad de control, no solo en el tráfico de drogas sino también en las dinámicas sociales de los barrios bajo su influencia.
Las autoridades también admiten el desafío que representa enfrentar estas conductas para el sistema judicial, que depende en gran medida del acceso a pruebas y de la identificación de los eslabones en las cadenas de mando del crimen organizado.
De acuerdo con el Ministerio Público, la obtención de estos registros permite fortalecer las investigaciones y responsabilizar penalmente tanto a quienes cumplen las órdenes como a los que las imparten.
El informe concluye que la vigencia del régimen de castigos violentos sigue siendo una de las principales herramientas de control interno y externo del Comando Vermelho en las comunidades de Río de Janeiro, y que evidenciar su dinámica resulta esencial para la acción penal de las autoridades.

 
             
                                     
                                    