El caso estremeció al barrio y ya está en manos del Banco de Datos Genéticos.
Un joven fue condenado a siete años y seis meses de prisión en la localidad de Aguaray, luego de ser hallado culpable de cometer un grave delito contra una niña del vecindario. Los hechos ocurrieron en dos oportunidades, cuando el acusado ingresó sin autorización a una vivienda vecina.
En la primera ocasión, logró concretar el abuso, mientras que en la segunda fue sorprendido por un familiar de la menor, quien intervino a tiempo y evitó que el ataque se repitiera. Ambos episodios se registraron entre febrero y abril de este año.
Durante el juicio, el Ministerio Público Fiscal estuvo representado por la fiscal penal de Violencia Familiar y de Género de Tartagal, Lorena Martínez. El juez Ricardo Martoccia, de la Sala 1 del Tribunal de Juicio de Tartagal, fue quien dictó la sentencia.