La violenta muerte de dos adolescentes conmueve a toda la comunidad en Argentina. Paloma Gallardo, de 16 años, y Josué Salvatierra, de 14, fueron asesinados a golpes en la cabeza después de robarles sus teléfonos móviles, informó este lunes La Nación.
El doble crimen habría ocurrido el jueves pasado en horas de la tarde, pero los cuerpos de ambos jóvenes solo fueron hallados a la noche del sábado, debajo de un puente, en un descampado de la localidad de Florencio Varela, provincia de Buenos Aires.
Ese mismo jueves, los padres de Paloma y Josué denunciaron la desaparición de sus hijos ante las autoridades, que no pudieron encontrarlos con vida.
Ahora, la Justicia investiga el brutal homicidio en base a las imágenes que captaron cámaras de seguridad de la zona. En ese material se puede observar a las dos víctimas caminando juntas por la calle, minutos antes del momento en que se cree que fueron asesinados.
Golpeados con una piedra
Los cuerpos de los jóvenes tenían traumatismos de cráneo. Se cree que fueron golpeados en la cabeza con una piedra que tenía incrustado un pedazo de pavimento, y los investigadores descartan que se haya tratado de un ataque vinculado al crimen organizado.
Testigos consultados sobre el hecho dijeron que el padre de Paloma es un pastor evangélico, que era estricto con su hija y no le permitía tener novio.
“Ellos tenían una relación sentimental, confirmado por familiares y amigos. Lo que hacían para poder verse era decirles a sus familias que iban al gimnasio, pero en realidad iban a juntarse al predio donde fueron encontrados sus cuerpos“, dijo uno de los pesquisas a La Nación.
Por su parte, Omar Gallardo, padre de la adolescente asesinada, declaró ante la prensa que al reconocer el cuerpo de su hija vio signos de una posible violación. “Vi ciertas marcas y le pedí a un forense que realizara averiguaciones”, dijo el pastor evangélico a los medios.
El resultado preliminar de las autopsias indica que Paloma falleció por una lesión cerebral con fractura de cráneo y “traumatismo encefalocraneal grave”. Josué presentaba las mismas lesiones que su amiga y compañera de colegio, a lo que se sumó una hemorragia cerebral.