En su discurso, el presidente argentino subrayó los fracasos del socialismo y la importancia de liberar el mercado para generar prosperidad
El presidente de la Nación, Javier Milei, participó este lunes en el plenario de jefes de Estado de la Cumbre del G20, celebrada en Brasil, donde destacó la importancia del “capitalismo de libre empresa” como la clave para erradicar la pobreza. En su intervención en Río de Janeiro, bajo el lema “Inclusión social y lucha contra el hambre y la pobreza”, Milei afirmó que las políticas de libre mercado son el único camino efectivo para mejorar las condiciones de vida de la población global.
Durante su discurso, Milei criticó las políticas intervencionistas de los gobiernos que, según él, solo conducen al fracaso. Señaló que las intervenciones estatales en la economía terminan en la “esclavitud” y en el éxodo de capitales y personas, argumentando que los países donde el Estado tiene un control absoluto sobre la economía han fracasado estrepitosamente.
En su intervención, el mandatario argentino resaltó los logros del capitalismo, señalando que ha logrado sacar a más del 90% de la población mundial de la pobreza extrema y duplicado la esperanza de vida en muchas regiones del planeta. Afirmó con firmeza que el único sistema que ha probado ser efectivo en la lucha contra la pobreza es el capitalismo de libre empresa.
Defendió sus políticas económicas, centradas en la reducción del gasto público y la disminución de impuestos, y arremetió contra los gobiernos que promueven políticas socialistas e intervencionistas. Según Milei, el socialismo es un modelo fallido que “vulnera los derechos fundamentales”, como el derecho a la propiedad y la libertad.
En sus últimas declaraciones, el presidente criticó el “dirigismo estatal”, que considera un obstáculo para la iniciativa de los más pobres. Aseguró que este tipo de políticas genera dependencia de la asistencia estatal, lo que a su vez fomenta un ciclo de corrupción en el que los intermediarios cercanos al Estado se benefician a costa de los más vulnerables, perpetuando la desigualdad y robándoles su dignidad.
