La toma, que ahora es simbólica y con apertura del edificio, responde a reclamos por mejoras en el presupuesto 2025. Existen posturas encontradas entre quienes quieren continuar con la medida y aquellos que reclaman por el normal desarrollo de las actividades.
La toma del rectorado de la Universidad Nacional de Salta (UNSa), que comenzó en octubre, se prolongaría hasta el 12 de noviembre, cuando está prevista la tercera marcha universitaria. Según indicó uno de los alumnos autoconvocados, Nahuel, quien recordó que la medida de fuerza tiene como objetivo visibilizar la situación crítica de la universidad ante la falta de fondos adecuados en el presupuesto nacional.
Además, aclaró que la toma se mantendrá de manera simbólica. Esto significa que el edificio permanecerá abierto y los empleados administrativos podrán realizar sus labores.
Explicó que esta apertura fue acordada en dos asambleas, tras algunos conflictos con un grupo de trabajadores no docentes que expresaron su descontento con la medida.
A partir del viernes, la toma se llevará a cabo solo durante el día, aunque en los últimos días los estudiantes pernoctaron en el lugar. Señaló que si bien hay posiciones enfrentadas, entre quienes sostienen la medida de fuerza y aquellos que solicitan que se retome las actividades, decidieron mostrar este gesto para “demostrar que no estamos obstruyendo el trabajo de los administrativos”, expresó el alumno.