Esta nota quiere rememorar y homenajear a Heriberto y Leopoldo Ávila, hermanos y santiagueños, de Villa Robles. Ambos habían terminado el Servicio Militar Obligatorio y cumplían funciones como civiles en la Cantina del Crucero ARA General Belgrano durante el conflicto bélico.
A principios de los ’80 Heriberto Ávila era conscripto en la Armada, desempeñaba funciones como ayudante del Cabo Principal a cargo de la cantina del “General Belgrano”. Poco tiempo después falleció el Cabo encargado y la cantina dejó de funcionar, así los marinos debían proveerse en tierra de lo que necesitaban.
Meses después incorporó como ayudante a su hermano Leopoldo, que había concluido su servicio a la Patria en el Ejército.
La Cantina volvió a transformarse en un punto de reunión del buque matizado con chacareras.
Producida la recuperación de las Islas Malvinas, y finalizada la puesta a punto del buque en Puerto Belgrano, el comandante Héctor Bonzo les comunicó a los hermanos Ávila que debían abandonar el barco porque se marchaba a la guerra y que por su condición de civiles no estaban obligados a permanecer a bordo. La respuesta fue inmediata:
-“Negativo Señor, nosotros somos parte del Crucero y vamos con la gente del Crucero hasta las últimas consecuencias”.
Ante tan contundente respuesta a Bonzo no le quedó más opción que permitir que continuaran con su servicio.
A las 16:01 del 2 de mayo de 1982 el Crucero ARA General Belgrano recibió dos impactos de torpedo lanzados por el submarino Conqueror mientras navegaba fuera de la zona de exclusión.
Encontró a su hermano en malas condiciones, agonizando; y en momentos en que intentó sacarlo, se produjeron varias explosiones instantáneas en ese sector y a causa de ello se cerraron automáticamente las puertas a los efectos de evitar el avance del agua; quedando ambos atrapados y sin posibilidad de salvarse.
-“Cuando ocurrió el ataque, uno de ellos subió a cubierta, pero no quiso tirarse al bote salvavidas porque el otro no estaba. Como no venía, lo fue a buscar, y ninguno de los dos regresó” – manifestó Bonzo.
FUENTES
* Testimonio del Suboficial Miguel Reynoso, publicado en el libro “Santiagueños en Malvinas” de Hugo Aníbal Quiroga.
* Diario LA NACIÓN: “Las últimas horas del Belgrano”. Publicado el 2 de Mayo del 2000.