El Intendente Sáenz ha presentado en el Concejo Deliberante un proyecto de modificación de la Ordenanza Tributaria, con la que se cobran los impuestos a los vecinos.
Uno de los proyectos plantea el cobro del Impuesto Inmobiliario y la Tasa General de Inmuebles, a los vecinos que viven en barrios sin escrituras pero que tienen servicios municipales como alumbrado o recolección de residuos, y hasta ahora no pagaban gravámenes porque la Provincia, con complicidad del Municipio, nunca los regularizó con la nomenclatura catastral correspondiente.
Ahora le harán pagar una deuda acumulada, que el vecino no creó por su voluntad, con retroactividad al momento en que la Municipalidad comenzó a llevarle esos servicios. En muchos casos se trata de varios años de deuda. Sin embargo, esta exacción no le garantiza al vecino que ahora la Provincia regularice dominialmente el barrio, como argumentó el oficialismo.
El otro proyecto pretende avanzar con pequeños comerciantes y ferias barriales, cobrando 20 unidades tributarias (o sea $148) por día, por la ocupación del espacio público. Se les exigirá además contratar una póliza de seguro de responsabilidad civil, servicios de emergencias médicas, baños químicos, servicios de limpieza (actividad que realizaban de forma colectiva los puesteros); y si tiene más de 10 puestos, deberán contratar personal policial.
En ninguno de estos casos, una mayor recaudación implica mayor cantidad de obras públicas o servicios, ya que Sáenz espera con esto, seguir sosteniendo el parasitismo de las contratistas, entre ellas Agrotecnica Fueguina, que cobra sobreprecios ($1.600.000 por día) a la Municipalidad.
Lo grave es que, al mismo tiempo que se lanza sobre la porción más pobre de la ciudad, sigue eximiendo de tasas e impuestos municipales a las empresas que funcionan en el Parque Industrial.
