El equipo de Almirón, principalmente, aprovechó las ventajas defensivas que le dio Tigre. Pero no dejó de ser una virtud, claro. De eso se trata también el fútbol. Todo comenzó con esa increíble falla de Marinelli en un córner (se le escapa la pelota), que le permitió a Merentiel marcar el 1-0. Pero le siguieron otras: un buen robo/pase de Equi Fernández en la salida del equipo visitante que casi termina en el segundo de la Bestia (su remate se estrelló en el vértice izquierdo del arco) y otro error del arquero que el ex Palmeiras no pudo definir (se la sacó justo Prediger).
Pero en definitiva, fue un triunfo justo a todas luces. Y sólido desde su concepción. Boca ganó, no goleó, pero gustó. Una combinación que le permite seguir subiendo en el torneo.
