SOBRE LA MEMORIA Y LOS DERECHOS HUMANOS
Por Liliana Szabó
Una vez al año se conmemora en Argentina el Día de la Memoria y los Derechos Humanos en honor a la triste época histórica de la dictadura militar.
Me he preguntado en estos días cercanos al 24 de marzo porqué los seres humanos nos conformamos con establecer una fecha recordatoria de algo, un feriado más (y van…) y con eso parece que “ya cumplimos”. Ya podemos tener la conciencia tranquila y aprovechar “el finde largo”. Mientras, las autoridades hacen grandes alharacas de ceremonias como si realmente les importara el significado de las palabras Memoria y Derechos Humanos.
Pero no son los grandes discursos los que crean una realidad sino las pequeñas y grandes ACCIONES. Y de estas últimas, hemos sido testigos en nuestro país de muchas, pero que van en contra y no a favor de nuestros derechos más vitales.
Desde ya que el primer derecho inalienable es el DERECHO A LA VIDA. Somos testigos de leyes y decretos que cercenaron la vida ya desde el útero con la Ley del aborto. Que cercenaron la vida obligando a la población a restringir su respiración con el uso de barbijos, a privarse de la principal fuente de vida que es el sol con la prohibición de salir a la calle; generaron inaccesibilidad a tratamientos médicos, por lo que muchos no pudieron seguir sus terapias médicas y fallecieron y muchísimos niños con retraso y autismo se retrasaron aún más por esta especie de encarcelamiento masivo que vivimos todos en el 2020/2021.
Atropellaron nuestro DERECHO A LA LIBERTAD sin explicaciones creíbles ni fundamentes médicos reales, como bien quedó demostrado en todos los medios no oficiales.
Violaron impunemente nuestro DERECHO SOBRE NUESTRO CUERPO FÍSICO donando la vida de todos los argentinos al gran experimento de inoculación. ¡Nadie nos consultó si queríamos hacerlo…! Nadie se responsabilizó más tarde por la catástrofe de efectos adversos y muertes causadas por este gran experimento y que pueden verse en cualquier estadística nacional e internacional. Sin embargo, y a pesar de las cifras obvias y de las personas que caen muertas o enfermas inesperadamente y sin causa justificada, nos siguen negando la verdad.
No hay DERECHO A LA IDENTIDAD, ya que cualquier persona nacida lo tiene según nuestra Constitución Nacional, y sin embargo existe una Ley 27.491 (inconstitucional según mi modesto punto de vista) según la cual para tramitar el DNI de un recién nacido hay que aplicarse vacunas al nacer.
Esta Ley mencionada arriba pasa, además, por encima del DERECHO AL LIBRE EJERCICIO PROFESIONAL ya que descalifica el criterio del médico frente a cada medicamento y a cada individuo. Los médicos tenemos criterio personal y tenemos derecho a asesorar a nuestros pacientes según nuestra formación e información. Ninguna ley puede estar por encima de una contraindicación médica o de una libre elección del sistema de salud por parte del paciente. La Medicina no es una ciencia exacta ni computable: es el Arte de crear en forma personal la mejor salud para cada persona, según su idiosincrasia, entorno cultural, creencias y LIBRES ELECCIONES DE VIDA.
Ni siquiera tenemos DERECHO A LA ALIMENTACIÓN SALUDABLE ni a la RESPIRACIÓN DE AIRE SANO ya que los que debieran controlar lo que comemos y lo que respiramos están siendo cómplices de la autorización de semillas transgénicas, pesticidas de alta peligrosidad para nuestro organismo, alimentos con sustancias químicas industrializadas dañinas y con poca o ninguna aclaración de su peligro en las etiquetas de los envases, ya que se usan siglas que la gran mayoría de las personas no puede interpretar. Se autoriza la fumigación del aire con pesticidas, metales (como por ejemplo el aluminio que es neurotóxico) y quién sabe qué otras sustancias ocultas que nadie nos informa qué son ni con qué propósito las tiran, pero que pueden verse a diario sobre nuestro cielo marcando surcos letales.
Pisotearon nuestro DERECHO A LA INFORMACIÓN creando una red de censura tan amplia y perfecta, que todos los medios repetían y siguen repitiendo tantas mentiras, hablando de pavadas y esquivando los temas realmente importantes. Lo han hecho de tal forma y con tanto éxito para los oyentes confiados, que a los que hemos elevado voces disidentes nos han creado fama de locos paranoicos y hasta nos han acusado de ser enemigos del sistema de salud. Han fabricado una grieta más entre los que solo se informan por los medios oficiales y los que buscamos otras fuentes científicas y nos basamos en los hechos palpables de lo que sucede y sucedió. Las redes sociales han sido tan censuradas como los medios. Los profesionales médicos también han sido censurados y obligados a hacer la “vista gorda” de lo que se vivió; muchos también han sido engañados pues no han cuestionado el “relato oficial” y no han investigado por su cuenta. Por lo tanto, ni siquiera nuestro médico de cabecera es siempre confiable en cuanto a la información que nos brinda. A partir de ahora, cada ciudadano debe tener un pensamiento objetivo, independiente y sobre todo, carente de miedo. El MIEDO ha sido una herramienta de manipulación ampliamente utilizada a lo largo de la Historia de la Humanidad y probó su alta efectividad en los sucesos recientes.
QUIEN TIENE MIEDO RESIGNA SUS DERECHOS.
Se burlaron de nuestro DERECHO A LOS VÍNCULOS Y RELACIONES SOCIALES, impidiendo las reuniones de familia, de amigos, prohibiendo la despedida de familiares moribundos y el festejo de eventos felices. Nos impidieron la solidaridad, el abrazo, el amor.
Cercenaron nuestro DERECHO A CIRCULAR LIBREMENTE POR EL TERRITORIO NACIONAL debiendo mostrar autorizaciones especiales para trasladarse a cualquier lado y obligándonos a inventar excusas cuando simplemente queríamos salir a caminar al aire libre.
Ya queda poco de nuestro DERECHO A LA JUSTICIA. Hoy en día una causa judicial tarda tanto tiempo que las personas involucradas se mueren antes de que lleguen las sentencias. Si no estamos de acuerdo con algún decreto o ley ilegal e inconstitucional o si queremos denunciar un ejercicio delictivo del poder, corremos el riesgo de ser perseguidos y amenazados y de que los jueces jamás hagan lugar a nuestros reclamos. Está sucediendo con los reclamos por muertes y efectos adversos de inoculaciones; por daños causados por las antenas 5G fuera de rango saludable; por el envenenamiento del agua y del aire (chemtrails no explicados); por la deforestación indiscriminada; etcétera, etcétera.
Cerrando esta breve reflexión, quiero pedirle a todo el que lea estas líneas que esté CONCIENTE día a día de todos sus derechos, ya que los hemos ido perdiendo en forma insensible y silenciosa. Que por favor no permitamos que esta quita de derechos siga avanzando. Por el contrario, hagamos valer nuestros derechos en todos los niveles. Y, por sobre todas las cosas, conservemos la MEMORIA de los que han hecho con nuestro país, con nuestra humanidad. Hay muchos derechos que no he nombrado pero que también han venido avasallando en la Argentina desde hace muchos años: DERECHO AL TRABAJO DIGNO, a la VIVIENDA, al AGUA POTABLE y cientos de otros. Es hora de que nuestros dirigentes empiecen a respetarnos. Pero somos NOSOTROS los que tenemos que protegernos de las dictaduras y de las imposiciones arbitrarias.
Por algo Martin Luther King dijo alguna vez: “No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que sí me preocupa es el silencio de los buenos”.
*médica pediatra y homeópata. Librepensadora.