El presidente ruso, Vladímir Putin, encendió la tensión internacional al declarar que, aunque Moscú no busca una guerra con Europa, responderá si los países europeos deciden iniciar un enfrentamiento. Sus palabras se dieron horas antes de una reunión clave con emisarios de Estados Unidos en el Kremlin, centrada en posibles vías para poner fin a la guerra en Ucrania.
Putin acusó a los gobiernos europeos de entorpecer las gestiones estadounidenses para alcanzar un acuerdo y aseguró que “no tienen un plan de paz”, sino una postura alineada con la prolongación del conflicto. También instó a los líderes de la región a abandonar la “ilusión” de una derrota estratégica para Rusia y a reconocer la situación actual en el campo de batalla.
El encuentro en Moscú contará con la presencia del enviado estadounidense Steve Witkoff y del asesor Jared Kushner, quienes presentarán una nueva versión del plan de Washington para frenar la guerra.
Mientras tanto, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski pidió que cualquier negociación apunte a una “paz definitiva y digna”, no a una simple pausa en los combates. Desde Irlanda, Zelenski afirmó que Ucrania espera conocer de primera mano los resultados de la reunión en Moscú y subrayó que el objetivo es poner fin al conflicto que ya lleva casi cuatro años.
Desde Bruselas, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, expresó confianza en que los esfuerzos diplomáticos estadounidenses puedan conducir a la restauración de la paz en Europa.
