Una familia de origen uruguayo que contrajo sarampión viajó por distintas provincias argentinas después de ingresar al país sin estar inmunizada. Los turistas habían pasado previamente por Bolivia y cruzaron a territorio nacional el 14 de noviembre por el paso fronterizo de Yacuiba, en Salvador Mazza, Salta. Desde allí continuaron su recorrido hacia otros destinos del país. Las autoridades sanitarias remarcaron la importancia de la vacunación para evitar la propagación de esta enfermedad.
Tras confirmarse los contagios, los equipos de salud realizaron un seguimiento de los lugares visitados para advertir a la población y reforzar las medidas preventivas. Se supo que los viajeros utilizaron al menos dos líneas de transporte público mientras se desplazaban por Salta y en su trayecto hacia Buenos Aires.
Provincias en alerta por el recorrido de los contagiados
Si bien en Salta no se detectaron hasta ahora nuevos casos sospechosos, el director de Coordinación Epidemiológica, Francisco García Campos, señaló que la confirmación del diagnóstico obliga a intensificar la vigilancia en toda la región.
Entre los transportes utilizados por la familia se encuentra una empresa que realiza el trayecto desde Santa Cruz de la Sierra. El colectivo ingresó a Argentina y realizó paradas en General Enrique Mosconi para el almuerzo y en Rosario de la Frontera para la cena.
Otra compañía de micros también informó que los turistas viajaron en uno de sus servicios. Desde Salvador Mazza se registraron ascensos y descensos en localidades como Tartagal, Orán, General Güemes y Metán, antes de continuar camino hacia la Ciudad de Buenos Aires.
Quiénes corren mayor riesgo frente al sarampión
El sarampión es una infección viral altamente contagiosa que se transmite a través del aire y se caracteriza por fiebre intensa, erupciones en la piel, secreción nasal, conjuntivitis y tos. La enfermedad puede tener complicaciones graves, sobre todo en niños menores de cinco años, personas con defensas bajas o con desnutrición. Entre los cuadros más severos se encuentran neumonía, convulsiones, inflamación cerebral e incluso pérdida de la visión.
No existe un tratamiento específico y la mortalidad puede alcanzar entre 1 y 2 casos por cada mil personas no vacunadas. Por esta razón, la vacunación es la única forma efectiva de prevenir tanto el contagio como las complicaciones asociadas.
