El exrector de la UNSa cuestionó que en un contexto de recortes y deserción estudiantil, las autoridades prioricen beneficios para sí mismos en lugar de destinarlos a jóvenes.
El exrector de la Universidad Nacional de Salta (UNSa), Daniel Hoyos, calificó como “legal, pero inmoral” la beca de doctorado otorgada al actual rector Miguel Nina y al ministro de Economía provincial Roberto Dib Ashur, quien figura como suplente del beneficio. En declaraciones radiales, Hoyos reconoció que los reglamentos permiten esta situación, pero destacó la responsabilidad ética que los funcionarios tienen ante la comunidad universitaria.
Hoyos contrastó su propia actitud durante su gestión: “Tengo presentada mi tesis de doctorado, pero no la rendí porque me dio muchísima vergüenza que yo o mi segundo tenga que firmar mi título”. El exrector enfatizó que los funcionarios deberían “dejar lugar a los jóvenes” en el acceso a becas, especialmente en un momento crítico para la universidad, con menos financiamiento y disminución de la matrícula estudiantil.
“Que en esa situación al rector le otorguen una beca no me parece bien”, afirmó Hoyos, quien señaló que la comisión evaluadora “no tuvo una idea clara de qué es lo que convenía” al priorizar a “personas grandes o que tienen cargos importantes”. El exrector concluyó que, por decoro, los funcionarios deberían rechazar estos beneficios y orientarlos hacia las nuevas generaciones, en línea con el objetivo de que en una década todos los docentes de la UNSa cuenten con formación doctoral.
