Los primeros registros de agua comenzaron hace más de una semana y, hasta este martes, llevaban acumulado 300 milímetros aproximadamente.
Las lluvias intensas volvieron a golpear a la provincia de Corrientes y profundizaron la crisis en la localidad de San Luis del Palmar, donde el rápido avance del agua obligó a evacuar a más de un centenar de personas. Los últimos episodios fueron registrados este martes por la tarde y en lo que va de la semana, las precipitaciones superaron lo 100 milímetros, hubo una “cola de tornado” con fuertes vientos que provocaron voladuras de techos y daños materiales considerables.
De acuerdo a lo consignado por El Litoral, el escenario muestra a barrios enteros y zonas rurales bajo el agua, luego de la acumulación de casi 300 milímetros de lluvia en menos de dos semanas. Los datos reportados por el mismo portal indicaron que son 137 las personas evacuadas, aunque el intendente de San Luis, René Buján, indicó que “el número total de afectados es mucho mayor, porque existen muchas familias autoevacuadas”. El dato que más preocupa a las autoridades es el desborde del Riachuelo, el cual superó los 4 metros debido a que el Río Paraná permanece elevado, lo que impide que este pueda desagotar normalmente.
Los informes de bomberos voluntarios confirmaron este dato, y el martes por la tarde indicaron que la altura era de 4,06 metros y no se descartaba un incremento en las próximas horas. La situación del cauce se complicó el domingo 26, lo que afectó a los barrios Inmaculada, Virgen del Rosario y San Cayetano, según detalló Buján, quien advirtió que “el agua no baja rápido y eso es un inconveniente”, indicó el funcionario.
Los equipos de rescate, conformados por personal municipal, Bomberos Voluntarios y fuerzas de seguridad, accionaron durante toda la jornada para trasladar a las personas inundadas a los centros de evacuación habilitados, donde se les entrega comida caliente, colchones, frazadas y artículos de higiene. Según El Litoral, el municipio habilitó el salón cultural como nuevo refugio ante la posibilidad constante de recibir a más familias. Esta opción se sumó a los dos centros que ya habían sido puestos a disposición, como el SUM municipal y el albergue del Mbaya Soto, que permanecía completo.


            