Por más que la divisa extranjera sigue con tendencia a la suba, el ministro de Economía elige hacerse el distraído y esperar que un nuevo desembolso del Fondo Monetario lo ayude a mantener el dólar planchado antes de las elecciones.
Luego del cierre del dólar a oficial a $1380, el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo usó sus redes sociales para dar excusas flojas de papeles sobre por qué la divisa ya cotiza por encima del blue y está cerca de tocar el techo de la banca impuesta por el Gobierno nacional. El funcionario de Javier Milei, que estará esta noche en el canal de stream de Carajo, espera que el desembolso del Fondo Monetario Internacional le saque las papas del fuego para mantener planchado el dólar antes de las elecciones.
“Una daga para la oposición. Tipo de cambio real multilateral en 102,67 (base 100=salida del cepo de Macri). Es decir casi 3 por ciento por encima de enero del 2016, y sin traspaso a precios”, tuiteó el titular del Palacio de Hacienda en respuesta a otro usuario.
Pero el ministro tiene que salir a dar la cara a su propio público por el aumento de la divisa extranjera. Este jueves, desde las 20 hs, estará junto al titular del Banco Central, Santiago Bausili, en Las Tres Anclas, el programa que tienen funcionarios de Economía en Carajo, el canal de streaming de ultraderecha.
A la par de la suba del dólar crece la incertidumbre en la city porteña. No hay inversor que no se pregunte ya qué va a pasar con el precio del dólar después de las elecciones de octubre.
La efectividad del Gobierno para estabilizar el dólar está en duda. Al comienzo de la semana buscó detener la demanda con un fuerte incremento de la tasa de interés y los resultados están a la vista.
La incertidumbre se acrecienta por la intervención en el mercado de dólar futuros. El Banco Central, según estiman las consultoras, está vendido en futuros por el equivalente a alrededor de 4800 millones de dólares. Se trata de una posición muy superior a la que tenía en junio, cuando se ubicaba en 1800 millones.
El problema de fondo del Gobierno para revertir las expectativas de devaluación es la escasez de reservas internacionales y la falta de señales de una estrategia clara para acumular nuevos dólares. No por nada se anunció con bombos y platillos la llegada de fondos, como los 300 millones de dólares que prestará el Banco Mundial o el desembolso del 2000 millones de dólares que en breve hará el Fondo Monetario Internacional. Más allá del esfuerzo del equipo económico por tranquilizar a los mercados esos ingresos no parecen suficientes para compensar la fuga de divisas.