El secretario de Estado, Marco Rubio, aseguró que la iniciativa “solo sirve a la propaganda de Hamas” y representa “una bofetada a las víctimas del 7 de octubre”.
El gobierno de Estados Unidos expresó este jueves su rechazo a la decisión del presidente francés, Emmanuel Macron, de reconocer al Estado de Palestina durante la Asamblea General de la ONU prevista para septiembre. El secretario de Estado, Marco Rubio, afirmó que la iniciativa “solo sirve a la propaganda de Hamas” y constituye “una cachetada a las víctimas del 7 de octubre”, en referencia al ataque del grupo terrorista palestino contra territorio israelí que dio inicio a la actual guerra en Gaza.
“Estados Unidos rechaza enérgicamente el plan de Emmanuel Macron de reconocer un Estado palestino en la Asamblea General de la ONU. Esta decisión imprudente solo sirve a la propaganda de Hamas y retrasa la paz”, escribió Rubio en su cuenta oficial de X.
El presidente francés, por su parte, comunicó su decisión también a través de redes sociales. “Fiel al compromiso histórico con una paz justa y duradera en Oriente Medio, decidí que Francia reconocerá al Estado de Palestina. Lo anunciaré solemnemente durante la Asamblea General de la ONU el próximo mes de septiembre”, declaró Macron en X e Instagram. Según el mandatario, esta medida busca dar impulso a la solución de dos Estados como vía de resolución del conflicto.
Hasta la fecha, 142 países miembros de Naciones Unidas han reconocido formalmente al Estado palestino, según datos de la agencia AFP. En Europa, países como España, Irlanda, Noruega y Eslovenia adoptaron esta posición en el primer semestre de 2024, en reacción a la intensificación de la guerra en Gaza.
Entretanto, el primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó que “reconocer un Estado palestino es una recompensa al terror” y representa “una amenaza existencial para Israel”. En un comunicado, el jefe de gobierno israelí señaló: “Esto puede crear otro aliado de Irán, tal como se convirtió Gaza, una rampa de lanzamiento para aniquilar a Israel y no para vivir en paz a su lado”.
Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores israelí, el canciller Gideon Saar sostuvo que “un Estado palestino será un Estado de Hamas”, aludiendo a la organización terrorista que gobierna la Franja de Gaza desde 2007. Por su parte, el viceprimer ministro Yariv Levin calificó la medida francesa como “vergonzosa” y declaró que “ahora es el momento de aplicar la soberanía israelí en Judea y Samaria”, denominación bíblica con la que Israel se refiere a los territorios palestinos de Cisjordania.
Francia, además, prevé copresidir con Arabia Saudita una cumbre internacional en septiembre, paralela a la Asamblea General, en la que participarán jefes de Estado y de Gobierno. El objetivo del encuentro, según París, será relanzar la solución política basada en dos Estados: uno israelí y uno palestino coexistiendo en paz y seguridad.
A las críticas contra Francia se sumó el ministro de Justicia israelí, quien también ocupa un cargo en el gabinete de seguridad. En declaraciones al diario The Times of Israel, describió el reconocimiento francés como “una mancha negra en la historia de Francia” y lo vinculó directamente con un supuesto apoyo al terrorismo. El funcionario calificó el anuncio de Macron como un respaldo a un “Estado ficticio”.
En línea con esa posición, el Consejo de la Yesha —órgano que agrupa a los líderes de los asentamientos israelíes en Cisjordania— exigió al gobierno de Netanyahu una respuesta inmediata. La organización reclamó la anexión formal del territorio palestino, argumentando que “la Knéset ya dio su apoyo, ahora le toca al Gobierno. Se acabaron las excusas”, en referencia a una moción no vinculante aprobada recientemente por el Parlamento israelí a favor de aplicar soberanía plena en Cisjordania.
La decisión de Francia se produce semanas después de que España, Irlanda y Noruega anunciaran de forma coordinada, el 28 de mayo de 2024, su reconocimiento al Estado de Palestina. En respuesta, Israel convocó a sus embajadores en esos tres países europeos, medida diplomática que también podría repetirse en el caso francés.
