Cientos de damnificados ya están en contacto con la Justicia en el marco de una investigación por una estafa millonaria. Según estimaciones preliminares, el fraude habría alcanzado al menos 600.000 dólares, producto de la venta informal de pasajes a Europa a precios promocionales que nunca se concretaron.
La estafa se sostenía sobre una estructura informal que operaba principalmente en Recoleta y la zona norte del conurbano bonaerense, donde circulaban las ofertas de vuelos con aerolíneas reconocidas como Iberia y Lufthansa.
Los pagos se realizaban casi siempre en efectivo y, en la mayoría de los casos, no se entregaban recibos ni constancias de reserva. La informalidad era total, pero la promesa de precios accesibles convencía a los compradores.
Uno de ellos, identificado como “M.”, llegó a abonar 7.800 dólares en efectivo por ocho pasajes para el tramo Roma-Inglaterra, confiando en un sistema que, para entonces, ya comenzaba a desmoronarse.