Mirta Villalba, con esclerosis múltiple, denuncia que la vacuna COVID-19 agravó su salud y la dejó en silla de ruedas. Exige respuestas y justicia.
Una paciente con Esclerosis Múltiple denunció penalmente un agravamiento tras la vacunación contra el COVID-19, abandono institucional y cuerpos extraños en su sangre.
“¿Qué pasa cuando el sistema te abandona por obedecer?”
Río Grande, Tierra del Fuego – “Yo era deportista, caminaba, vivía mi vida con normalidad. Hoy estoy en silla de ruedas”. Con estas palabras, Mirta Villalba, de 57 años, resume el profundo deterioro en su salud tras aplicarse la vacuna contra el COVID-19. Diagnosticada con esclerosis múltiple en 2016, Mirta llevó adelante su vida sin mayores complicaciones durante cinco años. Pero tras recibir la segunda dosis de la vacuna en 2021, su situación cambió drásticamente.
Lo que siguió fue una sucesión de síntomas agudos: fiebre, vómitos, pérdida del control corporal y finalmente una internación de 15 días. Los estudios posteriores, realizados en el Hospital Alemán de Buenos Aires, confirmaron lo que Mirta temía: la vacuna aceleró su enfermedad de forma crítica.
Mirta, junto a la Dra. Viviana Lens y con patrocinio de la Dra. Mariela Ortmann (abogada se Santa Fe) y del Dr. Walter Luciani, ha presentado una denuncia penal ante la Fiscalía de Río Grande para exigir que se investigue el contenido de las vacunas aplicadas y los mecanismos de control que las avalaron.
Referencias de la dra. Viviana Lens
Las pruebas de la desidia fueron presentadas en fiscalía como testimonio (audio video) con el conocimiento de los médicos y al parecer, la JUSTICIA, no está haciendo sus investigaciones…por ello nos vemos en la obligación ética, moral, profesional , civil de ADVERTIR a la ciudadanía la gravedad de la situación de todas las personas DAMNIFICADAS por inóculos con elementos NO declarados inyectados por el estado, sin CONTROLES DEL ANMAT. A pesar de todo ello HOY ESTAN ABANDONADOS. JAMÁS nos contestaron del ESAVI , después de la 2 dosis lo subí
Están vulnerando sus derechos de SER HUMANO Y HOY LOS DERECHOS DE DISCAPACIDAD. Es dependiente parcial de las actividades de la vida diaria. Se encuentra con limitaciones físicas y una GRAN DEPRESIÓN. Acompañada por su familia y profesionales que están luchando en contra del sistema perverso.
Obligada a vacunarse
“Fui obligada a vacunarme para poder viajar a mis controles médicos. Me negué, pero me coaccionaron. Nadie me informó sobre los efectos adversos que podía tener con mi enfermedad preexistente”, relató Mirta en una entrevista radial en “El Despertador”.
Abandono y silencio institucional
La denuncia de Mirta no sólo apunta a los efectos adversos de la vacuna, sino también a lo que considera una cadena de abandono institucional:
- Su obra social (de UPCN) dejó de brindarle cobertura, incluso para tratamientos esenciales.
- El Hospital Regional de Río Grande le negó internación clínica, obligándola a presentar un recurso de amparo.
- Los profesionales médicos que la asistían renunciaron por presiones, según denunció, y no logró obtener respuestas de los directivos del hospital ni del Ministerio de Salud.
La paciente asegura que, desde entonces, ha sido “silenciada y desplazada”, sin acceso a medios nacionales que difundan su testimonio. “Hice denuncias en comisarías, en juzgados, pero nadie responde. Lo que estoy viviendo no lo deseo para nadie”, señaló.
Un caso que representa a muchos
Más allá de lo personal, Mirta se convierte en una voz para quienes no se animan a hablar. “Conozco muchos casos similares, pero tienen miedo. Yo no. Porque alguien tiene que decirlo. Esto no puede seguir oculto”.
Acompañada por un equipo médico y legal, exige que se abra un debate público, científico y honesto sobre los componentes y efectos reales de las vacunas COVID-19, especialmente en personas con enfermedades crónicas.
“Si las vacunas son seguras, ¿por qué no permiten analizarlas abiertamente? ¿Por qué se niega sistemáticamente el debate?”, cuestionó el patrocinante de la Dra. Viviana Lens, Walter Luciani.
Una historia que merece ser escuchada
Lo que Mirta Villalba enfrenta no es solo un diagnóstico médico: es el peso de complicidades e indiferencia. A sus dificultades físicas se suma la falta de respaldo estatal, el silencio institucional y el aislamiento.
Pero su denuncia es también un llamado a la valentía, a la justicia y a la empatía. Porque detrás de cada nombre hay una historia. Porque hoy es Mirta… y mañana puede ser cualquiera.
“No busco revancha. Busco verdad. Busco que nadie más tenga que pasar por esto sola”, cierra entre lágrimas.