Israel ya aceptó el plan propuesto por Estados Unidos.
Hamas anunció este miércoles que está dispuesto a alcanzar un acuerdo de cese el fuego con Israel, motorizado por Donald Trump, pero lo condicionó a que lleve al fin de la guerra en Gaza.
Se trató de la primera reacción al anuncio del presidente estadounidense, quien el martes afirmó que Israel aceptó los términos de una propuesta para un alto el fuego temporal de 60 días en Gaza.
Una delegación de Hamas prevé reunirse este miércoles, en El Cairo, con mediadores egipcios y qataríes para discutir la propuesta, según un funcionario de Egipto.
“Salvar las distancias”
En un comunicado, Hamas aseguró que trabaja para “salvar las distancias entre las partes” de cara a alcanzar un acuerdo de alto el fuego sobre Gaza, e insistió en su demanda para que dicho pacto incluya el final de la ofensiva israelí contra el enclave, la retirada de sus tropas y la provisión de ayuda a los gazatíes.
“Estamos llevando a cabo consultas nacionales para debatir las propuestas que hemos recibido de nuestros hermanos mediadores, con el objetivo de alcanzar un acuerdo que garantice el fin de la agresión, la retirada y la provisión urgente de ayuda a nuestro pueblo”, señaló el comunicado de Hamas.
Más tarde, una fuente del grupo islamista en El Cairo dijo que existe “una gran posibilidad” de que se produzca un acuerdo, si bien las discrepancias siguen existiendo.
Las declaraciones se producen después de que Trump anunció que Israel había aceptado una propuesta de alto el fuego de 60 días y que los mediadores presentarían a Hamas una “propuesta final”.
Una tregua de dos meses es el principio básico de la propuesta del enviado de la Casa Blanca en Oriente Medio, Steve Witkoff, secundada por Israel desde un primer momento.
Medios estadounidenses añaden además que la actual propuesta sobre la mesa plantea la liberación de 10 rehenes vivos en manos de Hamas y los cadáveres de otros 14.
En total, quedan en Gaza 50 rehenes, de los cuales se cree que 20 siguen con vida.
Hamas aboga por un acuerdo de tregua que suponga el fin definitivo de las hostilidades, especialmente después de que Israel rompiera el último alto el fuego el pasado 18 de marzo.
Para el Gobierno de Benjamin Netanyahu, el fin de la guerra debe implicar la eliminación de Hamas del poder y el desmantelamiento de su brazo militar, mientras que el grupo palestino exige la retirada total de las tropas israelíes del enclave.
