CARTA ABIERTA DE LOS DOCENTES CESANTEADOS

CARTA ABIERTA DE LOS DOCENTES CESANTEADOS

Queridas familias, docentes, estudiantes, jubilados de la provincia de Salta.

Hoy sentimos la necesidad urgente de alzar la voz. No solo por nosotros, sino por todos los que creen en la justicia, en la educación pública, justa, digna y en el valor del trabajo docente. Escribimos desde un lugar de profunda tristeza y preocupación. Nos duele, como parte de esta sociedad y de la comunidad educativa, ser testigos de un acto que no solo deja a docentes sin trabajos, sino que pone en evidencia los vicios e irregularidades de un proceso administrativo injusto.

Nosotros Lorena Valeria Ibarra y Jorge Javier Oviedo y muchos otros colegas más hemos sido cesanteados de una manera que consideramos injusta y arbitraria.

La palabra “CESANTÍA” suena técnica, fría, administrativa. Pero de tras de ella hay mucho más: hay angustia, hay incertidumbre, hay familias enteras que ven tambalear su estabilidad, su hogar y su mesa.

Un docente sin trabajo no solo pierde su ingreso, pierde también sus propósitos, su lugar en la comunidad, afecta su vida cotidiana, su estabilidad emocional, su sustento y autoestima. Pierde la tranquilidad de mirar a sus hijos a los ojos y asegurarles que todo está bien.

Esta situación, lejos de ser un caso aislado, es un ataque a todos los trabajadores de la provincia, porque una vez cercenado el derecho a huelga, el gobierno nacional y provincial buscan la cesantía del salario. Paritarias cero y el derrumbe del presupuesto educativo. Las puertas de la privatización.

Los docentes cuentan con el respaldo de normas vigentes y documentos oficiales que demuestran irregularidades en el proceso de su desvinculación, es decir que el sumario está completamente viciado. A pesar de ello, se los ha apartado de sus cargos sin agotar los canales de diálogo y no se respetó el debido proceso administrativo, vulnerando sus derechos laborales.

Nos preguntamos: ¿Qué mensaje está dando la dirigencia política poderosa cuando castiga a quienes se manifiestan para pedir mejoras en la educación con honestidad? ¿Qué futuro estamos construyendo si dejamos solos a los que se dedican a formar personas?¿Qué valores transmitimos si aceptamos
procesos viciados como si fueran normales?¿Qué clase de educación construimos si permitimos que se silencie a quienes piensan distinto y tienen un pensamiento crítico?

Esta cesantía no es solo contra los profesores: es un mensaje para toda la sociedad y apunta a los que nos dedicamos a educar. Es sembrar la idea que cualquier esfuerzo pude ser ignorado, que ninguna trayectoria es suficiente, que se puede borrar una vida de trabajo con una simple firma sí así el poder lo quiere.

Cesantear a un docente no solo significa detener, interrumpir o no dejarlo desempeñar un cargo por un tiempo determinado, también implica, detener la justicia, la verdad, las mejoras edilicias, la copa de leche y la inversión en la educación. Colegas piensen que al permitir la cesantía de sus compañeros, no están a salvo porque están en las aulas, ya que también a los docentes activos los están cesanteando económicamente, en su libertad de expresarse y también en poder manifestarse.

No nos olvidemos que el primer golpe y daño que sufrió la docencia fue en Mayo del 2023, cuando nuestros compañeros por defender los derechos de nuestros estudiantes y nuestros derechos laborales
en la ruta a la altura del ex peaje Aunor, fueron reprimidos y detenidos en Salta durante la protesta por mejoras salariales, edilicias y otros puntos del petitorio .

Ahora continúa con nuestras cesantías, sometiéndonos a una desvalorización profesional y
desmoralización sin razón justa, perdiendo nuestros derechos laborales, interrumpiendo el acceso a la antigúedad de trabajo, jubilación, obra social y otros derechos adquiridos.

Recientemente, varias compañeras enfrentaron una situación profundamente dolorosa de querer atentar contra su vida, luego de ser cesanteadas de sus cargos sin una justificación valida. Estas decisiones arbitrarias no solo afectan su economía, sino también su salud emocional. La angustia, el sentimiento de injusticia y la incertidumbre las llevaron a experimentar un nivel de desesperación tan profundo que consideraron atentar contra sus propias vidas. Lo ocurrido deja en evidencia la gravedad de las consecuencias que pueden tener decisiones administrativas deshumanizadas.

Urge que nos reorganicemos para que los ataques del gobierno la carrera docente, al derecho laboral, al salario y a la educación pública , termine.

Por eso hoy escribimos esta carta para pedirte, a vos que estás leyendo, que no mires para otro lado. Que te sumes compartiendo esta situación, acompañando a estos docentes y defendiendo con nosotros nuestros derechos laborales en la campaña que estamos llevando adelante por la reorganización de la docencia Salteña. Por la necesaria unidad de los docentes activos y cesanteados. Porque lo que se está perdiendo no es solo un puesto de trabajo: es la credibilidad del sistema, el respeto por la docencia y la fe en las instituciones.

Si no nos unimos, no nos organizamos, olvidamos, somos indiferentes y no pasamosa la acción, entonces hoy nos toca a nosotros la cesantía mañana te puede tocar a vos ser un cesanteado.

Que el miedo no nos controle así no habrá herramienta que nos domestique, el temor no debería estar en nuestros corazones, si no en los malos y despiadados dirigentes políticos.

Porque cuando cesantean injustamente a un docente, no se apaga solo una voz: se apagan muchas esperanzas.

Con respeto, dolor, esperanza y fe.

Llamamos a todos los docentes a sumarse a nuestra lucha por la reincorporación de los cesanteados y la recuperación del salario.

Prof. Lorena Valeria Ibarra                       Prof. Jorge Javier Oviedo

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