Una bebé de un año resultó gravemente herida tras ser mordida en la cara por el pitbull de su propia familia en una vivienda del barrio Juan Pablo II, en la zona norte de la ciudad de Salta. El suceso ocurrió mientras el perro, de tres años, estaba siendo alimentado y la niña se acercó al animal.
Los familiares trasladaron de urgencia a la menor al Hospital Materno Infantil, donde los médicos constataron lesiones de gravedad: recibió diez puntos de sutura en una oreja y en ambos pómulos. Actualmente permanece internada en observación y no se descarta que deba ser sometida a una cirugía reconstructiva.
Detalles del ataque
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El incidente se produjo cuando la niña se aproximó al pitbull durante la entrega de comida.
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Además de la bebé, su abuela de 36 años sufrió mordeduras en ambos brazos al intentar separar al animal y proteger a la menor.
El perro pertenece a la familia y, pese a la agresión, la madre de la niña no solicitó intervención policial ni el secuestro del animal. La fiscalía de turno no ha informado aún sobre posibles actuaciones.
Recomendaciones y contexto
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Ante un ataque canino, se recomienda lavar cuidadosamente las heridas con agua y jabón, acudir de inmediato a un centro de salud para evaluar el riesgo de infección y, si corresponde, aplicar la profilaxis antirrábica.
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Salud Pública recuerda que, en caso de lesiones graves, debe notificarse el hecho a las autoridades para evaluar el estado sanitario del animal y el seguimiento de la víctima.
Hasta el momento, la beba continúa en observación en el hospital pediátrico, y la familia aguarda el resultado de los análisis para definir si será necesaria una intervención reconstructiva.