Luis Alberto Sanjines recibió una pena de 3 años que cumplirá en libertad. Fue declarado responsable de haber violentado sexualmente a una nena de 11 años. La Red Nacional de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico repudió este caso, también “los privilegios” del obispo Oscar Zanchetta y que el excura José Carlos Aguilera se encuentre dando charlas en Río Gallegos.
El juez José Luis Riera, de la Sala VI del Tribunal de Juicio, condenó al sacerdote Luis Alberto Sanjines, de 42 años de edad, a tres años de prisión de ejecución condicional por abusar sexualmente de una niña en 2021. Por la modalidad de la pena impuesta, seguirá en libertad.
Ni el Poder Judicial ni el Ministerio Público Fiscal dieron a conocer la identidad del cura ahora condenado. El medio digital Informate Salta reveló que el religioso es Luis Alberto Sanjines, apartado del sacerdocio tras las denuncias. Hasta entonces estuvo al frente de la Parroquia María Madre de la Iglesia y también de la Iglesia San Pedro Apóstol, en Villa Primavera de la ciudad de Salta.
El abuso fue denunciado por la madre de la nena. La mujer refirió que su hija de 11 años concurría a la parroquia donde oficiaba misas el sacerdote porque formaba parte del grupo de monaguillos. Después del primer encuentro que tuvieron con el cura pospandemia, la niña regresó a su casa muy angustiada y le contó a su mamá que el hombre la había sometido a tocamientos impúdicos.
Sanjines permanecerá en libertad condicional durante tres años, sujeto a las obligaciones impuestas por el juez, entre ellas, la prohibición de acercarse a menos de 300 metros a la niña y su familia, y también deberá someterse a tratamiento psicológico.
En el mismo fallo, el sacerdote resultó absuelto por aplicación de principio de la duda en otro hecho de abuso sexual simple agravado.
La Red Nacional de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico repudió este caso y también “los privilegios” del obispo emérito Oscar Zanchetta, condenado por abuso sexual, y alertaron sobre el excura José Carlos Aguilera, que estuvo dando charlas en Río Gallegos, avalado por una monja franciscana.
El representante de la Red en Salta, Matías Montes, expresó su solidaridad con la niña que sufrió la violencia de Sanjines y su familia. Además, cuestionó la modalidad condicional de la pena impuesta.
“Sabemos que es un proceso doloroso y al mismo tiempo vemos incoherencia de parte de la justicia. Es una menor de edad que más allá de que haya sido abuso sexual simple o simples tocamientos, como ellos lo nombran, es un abuso sexual, porque se daña la psiquis y se daña toda la integridad de una menor de edad que va a tener esa marca registrada en sus huellas emocionales de por vida“, dijo Montes. Consideró “una vergüenza nuevamente lo que el Poder Judicial salteño hace con estas cuestiones de abuso esclesiástico”.
Zanchetta, otro condenado con privilegios
Por otra parte, Montes expresó su repudio “al Poder Judicial de Orán y al Tribunal de Impugnación de la provincia de Salta por todos los privilegios que le han otorgado al obispo (emérito) Oscar Zachetta“, condenado en 2022 a cuatro años y seis meses de prisión efectiva por abuso sexual simple continuado agravado en perjuicio de dos exseminaristas.
Zanchetta viajó a Roma para una intervención médica, pero se supo que ya está de regreso en la provincia de Salta. Antes de esto, el cura había obtenido la domiciliaria y transitaba su condena en un monasterio de Orán.
“Repudio también al obispo Luis Scozzina de Orán por encubrimiento, por favorecer a este delincuente, psicópata, abusador, por haberle permitido esconderse en un convento de monjas, el convento de las hermanas conservadoras Nuestra Señora del Valle (…). Un hogar para sacerdotes ancianos que fue creado por el padre Diego Calvisi”, dijo Montes.
“Nos causa mucho dolor a nosotros, los sobrevivientes de este delincuente, que el obispo Scozzina autorice el permiso, que autoricen las autoridades judiciales de la provincia y de Orán. Siempre nos preguntamos quiénes pagan, de dónde salen los bienes y beneficios que le otorgan a este obispo. Quienes son los que autorizan. ¿Por qué el Poder Judicial no emite ningún comunicado? ¿Acaso es la iglesia la que brinda estos bienes o fondos económicos para el obispo Zanchetta? (…) ¿Acaso es esa señora que los domingos se acerca a misa y pone sus últimos 100 o 500 pesos en la colecta?, cuestionó.
Asimismo, señaló que a Zanchetta le queda 1 año y medio de condena y pidió “cárcel común”. Además, dijo que teme que la Iglesia lo asigne después a otra diócesis “para que siga haciendo daño”.
Montes también enfatizó en los privilegios que obtuvo Zanchetta en comparación con cualquier otro preso de Salta, ya que en este caso se le dieron permisos para viajar a Roma y atender su salud en un hospital prestigioso “donde solamente fue atendido el papa Francisco”.
Las alertas sobre Aguilera
La Red Nacional Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico también publicó un comunicado por el excura José Carlos Jorge Aguilera Tassin, apartado del sacerdocio por delitos denunciados en Salta y que ahora está en Río Gallegos.
“La Red ha tomado conocimiento de que el sacerdote José Carlos Jorge Aguilera Tassin fue invitado a pasear, dar misa y charlas magistrales por la monja Celestina Martínez, de las Hermanas Clarisas Franciscanas Misioneras del Santísimo Sacramento, cuya máxima autoridad provincial en Argentina es Adriana Ruis. Si bien su causa prescribió en la justicia penal, en 2020 fue condenado por un tribunal eclesiástico, y reconoció haber abusado. La prescripción no borra el delito ni el dolor de sus víctimas. Quien abuso no lo hace solo una vez”, señaló la Red.
Montes calificó como “una vergüenza” que Aguilera “esté dando charlas, habiendo sido expulsado de la Iglesia Católica Apostólica Romana”. “Como Eed repudiamos ese hecho del accionar de las Hermanas Clarisas que le permitieron el ingreso”, sostuvo.
