El gobernador Gustavo Sáenz participó hoy de la Santa Misa celebrada en la Catedral Basílica de Salta, oficiada por el arzobispo Mario Antonio Cargnello, para orar por el eterno descanso del Papa Francisco. La ceremonia congregó a numerosos fieles que, en un clima de recogimiento, recordaron su legado de humildad y cercanía a los más necesitados.
Tras la misa, Sáenz se trasladó al Cabildo Histórico junto al intendente Emiliano Durand, donde autoridades provinciales y municipales—entre ellos el ministro Ricardo Villada y el presidente del Concejo Deliberante Darío Madile—participaron de la iluminación del edificio con los colores amarillo y blanco de la bandera pontificia. La fachada permaneció iluminada hasta pasada la medianoche como símbolo de respeto y gratitud.
En sus declaraciones, el gobernador evocó la figura del pontífice: “Era el Papa del pueblo, el Papa de la gente. Su sencillez, sensibilidad social y compromiso con los más vulnerables marcaron un antes y un después en la historia de la Iglesia”. Monseñor Cargnello, por su parte, destacó que Francisco “amó a esta patria con todo su ser y nunca olvidó sus raíces argentinas” y agradeció al Gobierno provincial y al Municipio por el gesto realizado.