Representantes del Gobierno de Salta participaron en un seminario organizado por UNICEF y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), donde expusieron las políticas provinciales referidas a la universalización de la sala de 4 años y los desafíos en el desarrollo integral de la primera infancia.
El encuentro, que reunió a autoridades nacionales y provinciales, estuvo orientado a presentar evidencias sobre la oferta educativa del nivel inicial y fortalecer el diálogo en torno a la articulación de educación y espacios de cuidado.
La provincia estuvo representada por la secretaria de Planeamiento y Desarrollo Profesional Docente, Analía Guardo, y la subsecretaria de Primera Infancia, Marcela Alarcón.
Ambas expusieron en la mesa temática “Políticas provinciales y municipales de articulación de los servicios de educación y espacios de cuidado para la primera infancia”.
Durante su intervención, destacaron las acciones y modalidades implementadas en Salta para garantizar la obligatoriedad de la sala de 4 años, en el marco de políticas provinciales de desarrollo integral y articulación con otras áreas como Desarrollo Social.
Los objetivos del encuentro
El seminario tuvo como principal objetivo presentar evidencia sobre el estado actual de la oferta educativa inicial y compartir experiencias provinciales en los procesos de universalización. Además, permitió intercambiar desafíos en torno a la planificación estratégica para garantizar el derecho a la educación desde las edades más tempranas. Se puso énfasis en la necesidad de una mirada integral del desarrollo infantil, que articule la educación formal con espacios de cuidado y protección de derechos.
Asimismo, se debatieron los instrumentos de medición necesarios para generar datos sólidos que orienten las políticas públicas.
La sala de 4 años
La universalización de la sala de 4 años no solo garantiza el derecho a la educación desde edades tempranas, sino que cumple un rol fundamental en el desarrollo cognitivo, social y emocional de los niños y niñas. Diversos estudios demuestran que el acceso temprano a espacios educativos de calidad tiene un impacto directo en la reducción de las desigualdades y en la mejora de los resultados escolares a largo plazo. Además, brinda a las familias, especialmente a las más vulnerables, una red de contención y apoyo, permitiendo una articulación efectiva con otros servicios del Estado, como la salud y el desarrollo social.