Siguen las repercusiones tras el planteo realizado por el gobernador Gustavo Sáenz sobre el cobro de atención médica a conductores ebrios que terminan accidentados o protagonizando siniestros viales, entre otros casos que requieren urgencias en los hospitales públicos.
El doctor Marcelo Nallar, gerente del hospital Arturo Oñativia, se expresó a favor de la propuesta, señalando que la imprudencia genera un gran costo para el erario público. Explicó que ese dinero proviene de los impuestos de los salteños, los cuales se destinan a cubrir las irresponsabilidades de los conductores ebrios.
En diálogo con los medios, Nallar destacó que este tema abre un debate sobre lo que sucede en otros países. “En Miami o en Florida, no es obligatorio el uso del casco, pero si tienes un accidente y no lo llevabas, el costo de la tomografía o la neurocirugía lo paga quien no usaba casco, descontándoselo de su sueldo”, ejemplificó.
El profesional enfatizó la importancia de reflexionar sobre lo que significa la gratuidad en los servicios de salud. “No hay nada gratuito, todo tiene un costo, y a veces ese costo es altísimo. Un accidente causado por una persona alcoholizada al volante produce un gran daño al sistema, y ese daño se cubre con dinero que no es del Estado, sino de los ciudadanos”, concluyó.