Farquharson aseguró que el cambio que impulsa el municipio, sector privado, gremios y concejales dinamizará la economía y mejorará la vida de los trabajadores. Pero advirtió que imponerlo de golpe «complicará una medida factible y deseable».
Hace tiempo que varios sectores debaten la implementación en la capital salteña del horario corrido en los comercios, tal como ocurre en otras ciudades importantes del país. El viernes pasado el tema volvió a convocar a las partes interesadas: concejales de la ciudad con representantes del Sindicato de Empleados de Comercio. “La reunión me dejó las mejores sensaciones” declaró César Guerrero, secretario general del Sindicato.
Quien también participó del encuentro fue el edil Gustavo Farquharson que aseguró que “el horario corrido que analizan distintos actores traerá beneficios para todos, incluyendo a los clientes que podrán organizar sus días sin preocuparse por las interrupciones del mediodía o a la ciudadanía en general porque al eliminarse los horarios fijos de cierre y reapertura el flujo de las personas será mejor. Hasta se irá descongestionando paulatinamente el tránsito de la ciudad”, manifestó a Cuarto el concejal.
Con respecto a los actores directos del proceso, Farquharson manifestó que los “propietarios pueden evitar el gasto de abrir y cerrar dos veces al día, optimizar las entregas y también la reposición de mercancía durante las horas menos concurridas. Para los trabajadores la situación es más prometedora. Podrán ahorrar costos de transporte al evitar los dobles traslados y también reducir tiempos en esos traslados lo que les permitirá – a quienes no cuentan con autos – contar con al menos dos horas diarias para dedicarlas a la planificación familiar y al cuidado personal”.
No obstante, Farquharson pidió evitar los atajos y exhortó a planificar la transición con el objeto de “no complicar lo que en principio puede ser más fácil y que definitivamente es deseable. Tenemos que mantener el diálogo con las partes; desplegar campañas informativas que ayuden a difundir los beneficios; promover incentivos fiscales y económicos para invitar a los comercios a la implementación del horario corrido. Debemos invertir tiempo para que todo salga bien, para que sea un éxito y a la vez le ahorremos cambios bruscos a empleados, comerciantes y consumidores”, finalizó.
