La salud pública de Río Negro transita por estos días un intenso conflicto salarial. Producto del cansancio ante los sueldos bajos que perciben desde hace años, una docena de médicos finalmente resolvió dar el portazo y presentó una carta de renuncia al hospital público en el que trabajan. El texto lleva la firma de puño y letra de cada uno de los profesionales, y se viralizó en las redes sociales, alcanzando una repercusión poco habitual en un reclamo laboral.
“Venimos de asambleas y paros desde la pandemia. Pedimos ser escuchados por el gobierno para tener sueldos acordes a la realidad, no llegamos a fin de mes. Realmente estamos cansados. Sumado a la falta de insumos básicos, nos obligan a renunciar”, contó Mariana Llancaman a Infobae, una de las médicas que resolvió finalizar su contrato de trabajo.
La decisión incluye a un grupo de profesionales de la salud de las áreas de medicina clínica, neumonología, gastroenterología y neurología que prestan tareas en el hospital Artémides Zatti, de la ciudad de Viedma.
La carta, dirigida a la directora del centro de salud Laura Guttman, quien asumió formalmente hace pocos días al frente de la institución, es concisa y formal: “Nos dirigimos a usted a los efectos de presentar la renuncia de los siguientes profesionales del Servicio de Clínica Médica y subespecialidades clínicas, ante la falta de respuesta a la recomposición salarial que se viene solicitando desde 2020″. Ahora solo resta que continúe el circuito formal de la comunicación entre las dependencias gubernamentales de Salud.
El telón de fondo de la carta-denuncia son las condiciones precarias de trabajo de los médicos de Río Negro. La Federación Sindical de Profesionales de la Salud (Fesprosa), junto a la Asociación Sindical de Salud Pública de Río Negro (Asspur), están llevando a cabo jornadas de huelga y medidas de fuerza para una recomposición salarial.
