LA MILLONARIA CONDENA POR YPF Y UN REGALO ADICIONAL

FRAUDE NACIONAL Y POPULAR

Sometidos a justicia extranjera , negados de litigar en nuestro País como consecuencia de leyes Menemistas que todos aprobaron sin oponer un argumento patriótico ya que les dieron los dólares del desguace Patrio a los gobernadores y estos se los robaron ‘ como ocurrió con los fondos públicos de Santa Cruz ( Néstor Kirchner) y que perpetuaron el robo con otras apropiación es similares usando sus gobiernos para tan bajo propósito.
Hoy , las consecuencias de un nuevo fraude que a esta gavilla beneficia nos cae pagar a Todos la perdida de un juicio concebido en la línea de la TRAICIÓN A LA PATRIA que reiteraron hasta el hartazgo los NAC & POP  y decrépitos intelectuales seguidores.

 

La Corte de Apelaciones de New York extendió el plazo hasta el 22 de febrero, para que la Argentina presente los fundamentos de la apelación contra la condena dictada por la Jueza Loretta Preska contra el país, y posiblemente contra YPF, por la suma de 16.000.000.000 millones de dólares.

Así como ocurre con la inflación, la pobreza, el endeudamiento, las exangües reservas del Banco Central, los índices de corrupción, entre otras calamidades, con este caso nuestro país ha batido tristemente un nuevo récord mundial, con la mayor sentencia de condena emitida por los tribunales de los Estados Unidos.

Como toda historia de fraudes y corrupción, la desinformación es la clave del éxito para la impunidad y, a tal fin, los perpetradores del ilícito y los desprevenidos con buenas intenciones, vociferan al unísono que la millonaria condena contra nuestro país y posiblemente contra YPF, es producto de la mera impericia de Kicillof y Zannini, y que los funcionarios de Cambiemos, responsables del caso YPF entre 2016 y 2019, nada tenían para hacer, porque era un “juicio perdido”.

Pero no fue impericia. Fue un fraude diseñado hasta el mínimo detalle, a partir de abril de 2012, por el máximo cerebro de la gestión kirchnerista, Carlos Zannini.

Lo cierto es que la gestión de Cambiemos a cargo del heredado caso YPF, hubiera podido hacer mucho para evitar la condena contra el país, empezando por no encubrir a los responsables del saqueo. Y, claro está, defender honestamente a la Argentina y a YPF, en los estrados judiciales de New York, como así también impulsar las denuncias penales promovidas por la Dra. Elisa Carrió, por la Unidad de Información Financiera (UIF) -a cargo de los doctores Mariano Federici y María Eugenia Talerico, entre otros- como así también las demandas comerciales instauradas en los tribunales de nuestro país por accionistas minoritarios.

Pero todo lo contrario: tales funcionarios responsables del caso YPF, quisieron borrar sus huellas, cuando, poco tiempo después de la derrota en las PASO del 2019, y previendo la vuelta de Zannini al nuevo gobierno, presentaron -tarde, y como quien no quiere la cosa, un escrito denunciando que tal juicio sería un “posible” fraude, y solicitando un discovery (apertura a prueba) a sabiendas de que, meses después, el Dr. Zannini lo desactivaría, tal como sucedió.

Es cierto que el Estado argentino e YPF incumplieron con lo estipulado en el estatuto de la empresa. Como es sabido, las empresas del Grupo Petersen de los Eskenazi y los funcionarios cómplices de la gestión kirchnerista, saquearon, depredaron y vaciaron YPF, dejándola en ruinas, batiendo así otro lamentable récord, al registrar YPF una pérdida de su valor bursátil en la bolsa de valores americana (NYSE) de más de 15.000 millones de dólares, constituyéndose de esta manera en el cuarto fraude bursátil más grande de la historia de los Estados Unidos, detrás de Enron (US$.55 billones), Maddof, (US$ 44 billones) y MF Global (US$ 36 billones).

Nótese la tremenda ironía de que la cifra del desfalco en YPF es similar al monto de la condena en la Corte de New York, es decir que los argentinos de a pie perdemos por partida doble.

Cabe destacar que a los conocidos saqueadores que diseñaron y ejecutaron este billonario y mal habido negocio contra las arcas del país y de YPF, se sumaron una turba de inescrupulosos que son los que le habrían comprado al fondo buitre Burford – especializado en litigar en el mundo con títulos de deuda- participaciones en las ganancias de la futura condena contra el país e YPF.

Como denunció el periodista Marcelo Bonelli de Clarín, esa carroñera compra realizada en 2017 les permitió adquirir el 10 por ciento de los beneficios de la condena, al irrisorio precio de 60 millones de dólares, cuando la valoración bursátil daba cuenta de que deberían haber abonado 600 millones de dólares.

Es dable presumir – porque nunca se aclaró- que tal irrisorio precio pudo implicar la promesa de “beneficios extras” por no defender correctamente al Estado argentino y a YPF en la Corte americana, lo que finalmente dio sus frutos con el fallo adverso de la jueza Preska, así como repeler cualquier intento de reclamo en los tribunales argentinos.

 

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