Una mañana movida tuvo el Concejo Deliberante de la localidad de CAMPO QUIJANO, cuando los ediles locales tomaron la determinación de destituir al presidente del cuerpo, el concejal CARLOS CRUZ, siendo reemplazado por la concejal Maira Rosseto.
Según se supo “la falta de pago de las boletas de luz, que dejaron al edificio sin suministro y la falta de control en los gastos, fueron los argumentos utilizados por sus pares para reemplazarlo”.
“La sesión fue convocada para tratar los gastos realizados en el presupuesto 2022, siendo la mayoría de ellos rechazados, por lo tanto no se aprobó el mismo, pero además se tomo la decisión de remover al presidente de su puesto, aduciendo los ediles también un mal manejo de los fondos destinados al cuerpo”, indicó el periodista de la zona
La ejecución presupuestaria fue objeto de rechazo por un recurso administrativo presentado por el concejal Mariano Zerda. Según Cruz, sus compañeros de partido, tanto del PRO como de la UCR e incluso del oficialismo, tomaron esta decisión debido a críticas recientes a Patricia Bullrich, candidata a presidenta de Juntos por el Cambio.
En tanto el Ejecutivo Municipal envió la ejecución sin la documentación respaldatoria necesaria. Además, el concejal radical Ariel Gallardo recibió información contradictoria de los ministerios de Educación e Infraestructura en comparación con lo que afirmaba el intendente Carlos Folloni. Este desajuste se reflejó en el gasto destinado a las escuelas, donde Folloni declaró ocho millones de pesos y la Provincia informó el envío trece millones.
En comisión, los ediles no lograron ponerse de acuerdo sobre las cuentas del Ejercicio, aprobando un dictamen por mayoría y rechazando uno por minoría los puntos presentados. Zerda y Copa presentaron un recurso administrativo que detallaba montos inconsistentes con las declaraciones de Carlos Folloni. Sin embargo, Carlos Cruz evitó que este recurso se tratara en sesión, priorizando la Ejecución presupuestaria.
En medio de estos sucesos, Rosetto acusó a Cruz de haber sustraído 30 mil pesos de la caja chica del Concejo, erosionando la credibilidad del expresidente y precipitando el cambio de autoridades.
En conversación con un medio, Cruz lamentó su destitución y apuntó que sus críticas a Patricia Bullrich fueron el detonante. Aseguró haber entregado los fondos de la caja chica a la nueva presidencia y dejó un superávit de $13.750, junto con $8.000 cuyo destino aún está por definir y $5.000 pendientes de rendición.
