El Papa Francisco recibió el alta nueve días después de haber sido operado de una hernia abdominal y regresó al Vaticano, donde su evolución será vigilada de cerca ante un verano con una agenda muy cargada.
El pontífice salió por la puerta principal del hospital a las 8:00, hora local, en silla de ruedas y lo esperaban, además de los medios, algunas decenas de personas.
El papa, que sonrió a todos ellos, estuvo acompañado hasta el vehículo oficial por Sergio Alfieri, el cirujano que lo operó en esta oportunidad y también en julio de 2021. “Todavía vivo”, respondió a una periodista que le preguntó cómo se sentía antes de regresar a su Fiat 500 blanco, bajo un fuerte dispositivo de seguridad.
