Las imágenes del joven chino que invadió el campo en pleno amistoso entre Argentina y Australia recorrieron el mundo.
El chico, que pasó varias horas demorado por la Policía luego de haber abrazado al Diez y chocado su mano con el guante de Emiliano Martínez, aseguró que se metió en el terreno de juego para “exponer” las falencias en el operativo de seguridad que se montó en el Estadio de los Trabajadores. “En la zona de las gradas donde yo estaba había evidentes resquicios de seguridad, así que me apresuré y salté hacia abajo”, comenzó el relato.
“Me disculpo por mi comportamiento de entrar corriendo al estadio, pero soy fanático de Messi. Me gustaría tomarme una foto con Messi y obtener su autógrafo”, sostuvo.
Si bien tuvo el privilegio de rodear con sus brazos al mejor del mundo y en su carrete guarda las decenas de imágenes que le tomaron cuando logró saltar al campo, el joven no se conforma: planea redoblar la apuesta. “Abracé a Messi, pero no tuve la oportunidad de conseguir un autógrafo”, avisó.
A pesar de su deseo de reencontrarse con Leo, el propio protagonista insistió en que no va a repetir su error: “La próxima vez quiero ir a Miami y pedirle un autógrafo a Messi. Pero no voy a correr al campo y repetir el error de hoy, es un mal ejemplo, pido perdón a todos”.
“Quiero aprovechar a usar mi caso negativo para decirle al personal de seguridad que su trabajo no es competente. Habrá muchas competencias internacionales en Pekín en el futuro. Espero que mejore su seguridad“, insistió el chino.
