El jugador brasileño está detenido por presunta violación a una joven de 23 años en una discoteca.
El futbolista brasileño Dani Alves, preso en Barcelona por la presunta violación a una joven de 23 años en una discoteca, atraviesa además un pésimo momento económico debido a que por su situación perdió varios contratos publicitarios.
En ese contexto, la estadía de Dani Alves en la cárcel por la acusación de una supuesta agresión sexual el pasado 30 de diciembre está teniendo graves consecuencias a nivel personal y también en el plano económico.
El brasileño dejó de contar con cantidades de entre 30.000 y 50.000 euros por derechos de imagen y publicidad que ingresaba a través de una de sus sociedades con domicilio fiscal en la ciudad catalana.
La empresa Puma le rescindió el contrato poco después de que su detención saliera a la luz, sumándose la empresa brasileña Hygia Saúde, de servicios financieros y seguros y Ethika, una firma de ropa.
Por su parte, 1xPartners, una compañía de apuestas deportivas de la que Alves era embajador de marca, acordó dejar en suspenso el vínculo a la espera del juicio.
Pumas de México le exige una indemnización millonaria a Dani Alves
Pero no todo lo malo culmina allí para el brasileño ya que supuestamente Alves declaró que el salario que percibía de Pumas de México era de 30.000 euros al mes, pero la jueza, con el contrato en la mano, determinó que recibía 300.000 euros. Se habló que que cobraba casi 2.000.000 millones de euros al año, muy lejos de los 3.600.000 que habría acordado.
Por si fuera poco, Pumas, en donde apenas jugó 13 partidos oficiales, le exige una millonaria indemnización de 5.000.000 de dólares por violar los términos de comportamiento de su contrato y el asunto podría terminar en la FIFA.
Alves, ex compañero de Lionel Messi en Barcelona, es acusado por una mujer de 23 años de agredirla sexualmente el pasado viernes 30 de diciembre de 2022 en la discoteca Sutton de Barcelona.
La denunciante aseguró que el futbolista, bicampeón de América y campeón olímpico, la tocó sin su consentimiento durante una fiesta en el boliche.