VENCEDORES Y VENCIDOS
¿Cómo ganarle la guerra a la Dictadura Sanitaria Global?
En 1969 Nelson Rockefeller le cede a Nixon la candidatura a Presidente por el Partido Republicano, pero le impone varias condiciones. Una de ellas es que el cargo de Asesor de Seguridad Nacional sería del profesor de Harvard, y niño mimado de los Rockefeller, Henry Kissinger.
Nixon lo aceptó de muy mala gana, y sólo porque quería ser Presidente, pero jamás lamentó la decisión. Algunos matrimonios de conveniencia pueden terminar en bellas relaciones.
Kissinger le explicó en cinco minutos por qué razón debían retirarse ya de Vietnam.
– En una guerra asimétrica, entre un Estado poderoso y uno mucho más pequeño y débil, el pequeño gana si no pierde, el grande pierde si no gana.
– No entiendo, contestó impaciente Nixon.
– En Vietnam no perdimos una sola batalla, pero tampoco ganamos. Necesitamos ganar para no perder. Y no podemos ganar. Ellos no necesitan ganar, simplemente no perder. Aguantar. Llevamos 7 años ahí, sin ganar, sin perder, pero los campus universitarios están en llamas, los jóvenes anti guerra tienen barricadas alrededor de Washington, la gente ya se pregunta que diablos hacemos ahí. Nuestro país se está partiendo. O sea, al no ganar, perdimos. Ellos ganaron al no perder.
– Entiendo, inicie las negociaciones de paz.
Lo mismo pasó en la guerra entre Afganistán y el coloso de la URSS. O retrocediendo más en el tiempo, la guerra entre Francia y México.
El Nuevo Orden Mundial tiene a prácticamente todos los medios de comunicación comprados, a casi todos los gobiernos del planeta, inmensas cantidades de dinero, a la Industria Farmacéutica, a las universidades y los políticos.
Nosotros no tenemos nada de eso, sólo la inteligencia, la humanidad, la razón, el sentido común, algunos comentarios en redes cuando no son censurados, y un puñado pequeño de periodistas, médicos y abogados no vendidos, a gente de la calle con sentido común.
Es David contra Goliat.
Pero, aunque lo intentó, el NOM no nos pudo destruir, no nos pudo callar. Nos ridiculizó, nos censuró, nos atacó de mil formas.
Al no funcionar, pasaron a la agresión física: En el Reino Unido, Alemania y Argentina metieron presos a algunos Médicos por la Verdad. Como no alcanzó, mataron al químico Andreas Noack en Hamburgo.
Para ganar sólo debemos aguantar. No perder. Mientras existamos nosotros, el relato de ellos se vuelve ridículo.
La gente ya comienza a preguntarse por qué ellos, que se dieron tres pinchazos, dormían con bozal, aislados y “cuidándose”, están enfermos, y nosotros, que no cumplimos con ninguno de sus ridículos protocolos esclavizantes, estamos super sanos.
Se preguntan por qué caen muertos deportistas y pilotos de avión, profesiones donde se extreman los controles cardiológicos.
Mucha gente, por orgullo, se niega a reconocerlo, pero ya sospecha que la tomaron de tonta, y le robaron todo.
Cuando el burro descubre que la zanahoria siempre se aleja, ya no hay palo que lo haga caminar.
6, 7 8 pinchazos, pero en algún momento hay un punto de quiebre. Ya no hay Cepa Pirindonga Griega que lo asuste. Alarmados por la pérdida del efecto terror, la Revista Newsweek publicó esta semana que existe un nueva Cepa que llaman “Cepa del día del Juicio Final”.
Los monstruos del ropero deben cambiar de trabajo cuando los niños en vez de gritar al verlos, ríen a carcajadas. Lo de Newsweek parece manotazo de ahogado.
¿Qué debemos hacer? Sólo resistir. Perdimos amigos, trabajos, tranquilidad, pero seguimos, no perdimos la guerra. Jamás nos rendiremos, y lo saben.
La Dictadura Sanitaria Global está cayendo…