En acción coordinada entre organismos sanitarios provinciales y nacionales, se controla la población de vinchucas en zonas endémicas. En esta tarea, la comunidad tiene un rol importante.
El último viernes de agosto se celebra el Día Nacional por una Argentina sin Chagas. La fecha fue establecida por la ley nacional Nº 26.945 en el año 2014, con el objetivo de que los organismos de salud de todo el país desarrollen actividades públicas de educación y concientización orientadas a la prevención y el control de todas las formas de transmisión de la enfermedad.
La enfermedad de Chagas, llamada también trypanosomiasis americana, está presente en nuestro continente desde tiempos remotos y sigue siendo un problema de salud pública, fundamentalmente en las regiones donde es endémica.
En la Argentina hay provincias en las que el riesgo de transmisión vectorial, a través de la vinchuca, es más alto, como Chaco, Formosa, Santiago del Estero, La Rioja, Salta, Mendoza y San Juan.
En la provincia de Salta, los departamentos considerados endémicos por la presencia de vinchucas, son San Martín, Rivadavia, Anta, Metán, Rosario de la Frontera, San Carlos y Cafayate.
En estas localizaciones, equipos técnicos provinciales y nacionales, con la colaboración de los municipios, realizan acciones de vigilancia activa para detectar la presencia de vinchucas en viviendas y estudios de laboratorio para determinar si están infectadas con trypanosoma cruzi.
Control de vectores
El Ministerio de Salud Pública cuenta con un programa de Enfermedades Transmitidas por Vectores y otros Reservorios, dependiente de la Dirección General de Coordinación de Epidemiología, desde el cual se trabaja en la vigilancia y control de la vinchuca en las zonas endémicas.
Este año, en el departamento Cafayate fueron evaluadas 210 viviendas, detectándose vinchucas en 90 de ellas, por lo que se procedió al rociado con insecticida para su negativización, proceso que se cumple en dos ciclos, con un intervalo de seis meses.
En el departamento San Carlos, se evaluaron 270 viviendas y se concretó la negativización mediante rociado en 89 de ellas.
Actualmente, los equipos se encuentran trabajando en el departamento Rivadavia, sobre 1121 viviendas localizadas en Morillo, La Unión y Santa Victoria Este, donde se ejecuta el rociado con insecticida en viviendas donde hay presencia de vinchucas.
En estos operativos, se capturan insectos vivos, que son estudiados en laboratorio para saber si están infectados con trypanosoma cruzi.
Argentina sin Chagas
Según lo establecido en la Ley Nº 26.945, el propósito de la conmemoración es sensibilizar a la población e informar sobre la importancia del diagnóstico temprano, tratamiento oportuno y seguimiento de todos los niños, hasta los 19 años de edad.
La Ley Nº 26.281, en su artículo 4º, establece la obligatoriedad de la realización y notificación de las pruebas diagnósticas en toda mujer embarazada, recién nacidos, hijos de madres infectadas, hasta el primer año de vida y en el resto de los hijos menores de 14 años y, en general, en niños en edad escolar.
También son obligatorios los controles serológicos en donantes y receptores de órganos, tejidos y de sangre a transfundir. Estos análisis se realizan en forma gratuita en los establecimientos sanitarios oficiales, como también los tratamientos médicos.
La serología reactiva sólo se considera a los fines preventivos y de tratamiento, resguardándose los datos personales. Las obras sociales y entidades de medicina prepaga deben cubrir los test diagnósticos y los tratamientos.
En el año 2019, la Argentina adhirió a la iniciativa de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en la implementación de la estrategia ETMI Plus, con la cual se busca contribuir a la eliminación de la transmisión materno-infantil de la enfermedad de Chagas, VIH, sífilis y hepatitis B.
Infección crónica
La enfermedad de Chagas es una infección parasitaria crónica, causada por un organismo microscópico denominado trypanosoma cruzi. Es curable casi en un 100%, si es adecuadamente tratada en sus etapas iniciales.
Además de la picadura de vinchuca, puede transmitirse por vía vertical, de madre infectada al hijo, durante el embarazo.
Otras formas de transmisión, menos habituales, pueden ser la transfusión de sangre no controlada, trasplante de órganos infectados y la ingesta de alimentos contaminados con materia fecal de vinchuca infectada.
En la Argentina, se estima que anualmente se producen alrededor de 15.000 nacimientos sospechosos de Chagas vertical o perinatal, de los cuales un 3% se confirma y puede ser tratado.
Los medicamentos para tratar esta enfermedad están disponibles en forma gratuita en hospitales públicos.
El insecto vector
La vinchuca es un insecto de hábito nocturno. Se alimenta de sangre que succiona de personas o animales durante la noche y en el día se refugia en sitios abrigados, como debajo de colchones, ropa de cama, techos de paja, detrás de cuadros y espejos, rajaduras de paredes, maderas, cartones, etc.
Además de las viviendas, habita en lugares próximos, como gallineros, corrales y depósitos. Como puede permanecer hasta meses sin alimentarse, se la puede encontrar también en casas temporariamente deshabitadas.
Al picar al humano para alimentarse de su sangre, la vinchuca infectada con Trypanosoma cruzi defeca sobre la piel. Cuando la persona se rasca, arrastra las heces hacia la herida y de esa forma el parásito ingresa al torrente sanguíneo, afectando al corazón y órganos de los sistemas digestivo y nervioso.
Síntomas
Cuando una persona se ha infectado con el parásito, pueden aparecer síntomas entre los cinco y los 14 días, que pueden manifestarse como:
· fiebre
· diarrea
· dolor de cabeza
· cansancio
· irritabilidad
· vómitos
· falta de apetito
· malestar general
· hinchazón en párpados
Ante estos síntomas, es fundamental la consulta temprana en un establecimiento de salud.
Comunidad y prevención
En la prevención, además de las acciones de las instituciones sanitarias, a la comunidad le cabe un rol importante, consistente en impedir la proliferación de vinchucas dentro de la vivienda y sus alrededores.
Se debe mantener condiciones de higiene y orden en la casa y evitar la acumulación de papeles, bolsas, leña, cartones, objetos inservibles, etc. que puedan servir de reservorio para los insectos.
También es importante tapar todo orificio o grieta en las paredes y ubicar las camas al menos a 10 centímetros de las paredes. En lo posible, cubrir a los niños con tela mosquitera cuando duermen.