En la zona del Chaco salteño, en las proximidades de la ruta 34, hay ciudades que están abandonadas de la civilización, de la mano del hombre y de Dios, la gente tiene que estudiar en condiciones que solamente permitirían formar ciudadanos de cuarta.
En consecuencia, cuál es el interés que existe para sacar de la postergación las zonas de las cuales recurren solamente por el voto y después tienen que vivir en condiciones de absoluta indignidad, de hacinamiento y exposición a todo tipo de inconvenientes.
En diálogo con este medio, uno de los docentes se refiere a las condiciones paupérrimas en las que los y las niñas van a estudiar, ni agua les llega al módulo educativo: “pedimos al menos agua, y el primer obstaculizador que nos encontramos es el director”, indicó el maestro.
Cabe resaltar que muchos de los directivos están entongados con la junta de calificación y reciben casi quinientos mil pesos mensuales por estar en esos cargos de poder, en este sentido, quienes deberían velar por el bienestar de sus pares y alumnos, terminan siendo sus enemigos porque son funcionales al gobierno de turno.
