El monaguillo de los Rothschild y de la oligarquía Internacional es el Papa Francisco, con la moneda del Vaticano y con la vacuna que está compuesta por células de fetos abortados, manifiesta el vaciamiento absoluto de las pautas morales, que en algún momento las defendió de palabra la Iglesia Católica.
En este momento no les queda ni eso, es por eso que hay que identificar a los grandes enemigos de la humanidad, como Bergoglio, un capellán que bendecía los vuelos de la muerte en la época de la dictadura civico militar en la Argentina, hoy da su venia a los negociados del mal bendiciendo las muertes de millones de personas a lo largo y ancho del mundo.