“Quienes hemos tenido el honor de ser amigos de Ricardo Reimundín, invitamos mañana a las 12 horas al homenaje que se realizará en su memoria en el bar Los Tribunales (Rivadavia esq. Mitre), expresa la invitación. La cita es este sábado 23 de abril a las 12 horas.
El viernes 14 de enero, a los 85 años, falleció el Dr. Ricardo Alfredo Reimundín, uno de los juristas más respetados de la Argentina federal. Su ética profesional es reconocida dentro y fuera de la Provincia de Salta, donde ejerció la profesión desde 1963, así como su serena pero inspiradora militancia en la Unión Cívica Radical.
Se recibió de abogado en la Universidad Nacional de Tucumán, a los 26 años asumió como defensor oficial, más tarde fue fiscal civil, juez de Primera Instancia en el fuero Civil y Comercial y, a los 34 años, miembro de la Corte de Justicia de Salta.
Incluso habiendo ejercido el cargo en el Alto Cuerpo durante el gobierno de facto de la “Revolución Argentina”, tras la recuperación de la democracia el gobernador justicialista Miguel Ragone, que impulsó el reemplazo de toda la Corte, mantuvo en su cargo a Reimundín por el respeto que inspiraba y el prestigio intelectual que detentaba.
“El 24 de marzo de 1976, al producirse el golpe de Estado que dio inicio a la dictadura más sanguinaria, Reimundín se presentó en su despacho desafiando a los militares que ocupaban la Corte, por lo cual fue detenido y luego sometido a un año y medio de prisión domiciliaria”, recuerda el Tribuno de Salta en su obituario este sábado, y apunta que en 1983 fue candidato a vicegobernador por la UCR.
Fue el artífice de la ley provincial de colegiación obligatoria, y el primer presidente electo del Colegio de Abogados y Procuradores de Salta entre 1980 y 1984, cargo que volvería a ostentar entre 1986 y 1990. En 2013, como homenaje, la Corte de Justicia provincial impuso el nombre de “Dr. Ricardo Alfredo Reimundín” a la Biblioteca del Poder Judicial.
Reimundín recibió el reconocimiento de ministros de la Corte, del Consejo Académico de la Escuela de la Magistratura, del Colegio de Abogados, así como de militantes y dirigentes radicales de todas las generaciones. Para la Federación Argentina de Abogados, su partida es asimismo una luz que se enciende en el firmamento de los grandes hombres que dejan para la posteridad una huella indeleble en la cultura y en las instituciones.