Salta: condenan a seis años de prisión a un hombre por el transporte de 12 kilos de droga

Con composición unipersonal, el Tribunal Oral Federal N°1 de Salta condenó ayer a Ángel Matías Módica Aparicio a la pena de seis años de prisión como culpable del delito de transporte de estupefacientes, en calidad de coautor.

La pena fue instada por el fiscal general Eduardo José Villalba, quien dirigió la acusación penal construida por la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR) del NOA a partir de una investigación en torno a un proveedor de drogas que operaba desde la ciudad de Orán, en el límite con Bolivia.

En su veredicto, el juez Marcelo Juárez Almaraz coincidió en todo con los pedidos de la fiscalía, entre ellos la declaración de reincidencia, la prórroga de la prisión preventiva y también ordenó la formación de un incidente a fin de establecer el destino de un automóvil Audi secuestrado en la causa.

Al referirse al caso, tanto en el alegato de apertura como al momento de referirse a la responsabilidad y determinación de pena, el representante del Ministerio Público Fiscal narró los movimientos del acusado para adquirir 11 kilos de marihuana y 1 de cocaína, droga con la que alimentaba una red de comercialización local.

En su cronología del hecho, Villalba destacó el testimonio del sargento Juan Carlos Luna, de la Unidad de Procedimientos Judiciales Salta de la Gendarmería Nacional, quien se refirió a las pesquisas impulsadas desde la PROCUNAR NOA.

El testigo sostuvo que un proveedor de drogas de Orán enviaba la mercancía a Salta a través de Rodolfo Ponce, empleado de un corralón, quien hacía viajes a esta ciudad para cargar bloques y ladrillos desde una planta de cerámica, ubicada en la zona este.

La fiscalía destacó en su alegato las numerosas denuncias existentes en el fuero provincial, a través de las cuales el acusado es descripto como “un delincuente peligroso que vende droga y amenaza a los vecinos”.

A partir de las comunicaciones de Ponce con otros sospechados -siempre a través de leguaje encriptado-, se estableció la participación de Módica Aparicio, quien comenzó a realizar contactos a fin de acordar la adquisición de estupefacientes. La transacción finalmente se pactó para el 23 de junio pasado.

“¿Como están las herramientas, están lindas… sanitas?”, le preguntó el acusado a Ponce, quien le respondió que tenía que ir a verlas. Sobre este diálogo, el fiscal ratificó que ambos acusados se referían a la droga, una modalidad que es común en las transacciones de estupefacientes.

Detención

Villalba, junto a la auxiliar fiscal Mariana Gamba, recreó con detalles la detención de Ponce durante la entrega, registrada en un puesto de control en el acceso a la ciudad, cuando conducía un camión Mercedes Benz, con el que se dirigía a una playa ubicada frente a la cerámica.

Minutos antes, Módica Aparicio, quien solía movilizarse en automóviles de lujo, hizo su aparición. “Ansioso por la operación que llevaba adelante, llamó a Ponce para coordinar el pago por el transporte de la droga, lo que se concretó en la rotonda de Torzalito, 50 kilómetros antes del acceso a Salta”, contó el fiscal.

Al volante de un automóvil Audi blanco, con alerones y otros accesorios que hacían imposible que pasara inadvertido, el acusado fue visto por un gendarme que circulaba por la misma ruta y dirección. Luego también lo vio cuando hablaba con Ponce en el lugar pactado para el pago.

Ponce, que por este hecho fue condenado el 21 de septiembre pasado a la pena de tres años de prisión, declaró en el debate y confirmó que la droga que transportaba, que iba oculta en la caja del camión, era de Módica Aparicio.

El fiscal enumeró otras pruebas, entre ellas las llamadas realizadas por el acusado al celular de Ponce tres horas después de pagarle en Torzalito. “No fue una llamada, fueron seis. Tanta insistencia por hablar con Ponce se debía a que la droga por la que pagó no había llegado a su destino, en la playa de camiones”, explicó Villalba.

En otro tramo, sobre la detención del imputado, señaló que recién se produjo el 10 de octubre pasado. Previo a ello, el 24 de septiembre, desde la PROCUNAR NOA, se impulsaron los allanamientos de dos inmuebles en su búsqueda, pero el sujeto no pudo ser localizado.

“Su responsabilidad quedó acreditada con grado de certeza. La acusación no tiene ningún resquicio que permita poner en dudas su coautoría en el delito de transporte de estupefacientes”, afirmó Villalba.

Durante junio y octubre, el imputado se las ingenió para eludir su detención, y para ello cambió de domicilio, de vehículo e incluso habría realizado un viaje al sur del país, lo que –para la fiscalía- evidenciaba la capacidad económica que ostentaba, producto de las ganancias obtenidas por la comercialización de la droga.

Tras varias pesquisas, Módica Aparicio fue detenido en inmediaciones del hospital Materno Infantil, cuando fue a buscar a su pareja. “Módica Aparicio sabía de antemano que podía ser detenido en cualquier momento, tanto que al ser capturado no tenía celular ni documento de identidad”, agregó la fiscalía.

Grado de certeza

En su descargo, el acusado justificó su encuentro con Ponce debido a una deuda que mantenía con su hijo. Dijo que había coordinado para cancelarla, para luego viajar a la ciudad de Orán. El fiscal resaltó en su alegato que el acusado no dijo nada respecto de las seis llamadas que le hizo a Ponce.

Para Villalba, la explicación del acusado no tiene ningún asidero. “Su responsabilidad quedó acreditada con grado de certeza. La acusación no tiene ningún resquicio que permita poner en dudas su coautoría en el delito de transporte de estupefacientes”, afirmó.

En cuanto a la pena, el fiscal solicitó la imposición de seis años de prisión para el acusado, quien ya tiene en su haber una condena de 4 años y 10 meses de prisión por el delito de tenencia con fines de comercialización, dictada el 11 de septiembre de 2017 por el Tribunal Oral Federal N°2.

La auxiliar fiscal agregó las numerosas denuncias existentes en el fuero provincial, a través de las cuales el acusado es descripto como “un delincuente peligroso que vende droga y amenaza a los vecinos”. Por estos hechos, tiene una causa penal abierta por microtráfico que ya fue elevada a juicio.

La defensa, en sus alegatos, defendió el descargo realizado por su cliente y trató de desviar la atención hacia otras comunicaciones que se registraron en la investigación, para finalmente pedir la absolución por el beneficio de la duda.

Su pedido, sin embargo, fue rechazado de plano por el juez Juárez Almaraz, quien, al momento de expresar los fundamentos de su fallo, tanto sobre la responsabilidad penal y la pena, replicó los argumentos expuestos por la fiscalía. El magistrado resaltó además el alto grado de pureza que presentaba el estupefaciente.

Ultimas publicaciones

Social Media Auto Publish Powered By : XYZScripts.com