El Gobierno tuvo que devolver 1,3 millones de dosis de la vacuna Sputnik V contra el Covid-19 a Rusia por errores en el etiquetado de los envases, según indicó el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) con el que la Argentina tiene el acuerdo para la provisión.
La información fue revelada por el portal Periodismoypunto.com, donde se exhibió la notificación que le envió el RDIF al Ministerio de Salud de la Nación, el 23 de septiembre pasado, para solicitar el recupero de 1.311.755 vacunas.
Se trataban de vacunas Sputnik V del componente 2, es decir, destinadas a la segunda dosis, las cuales habían arribado a la Argentina entre el 12 y el 17 de septiembre.
La razón para solicitar el recupero de esas dosis que informó el Fondo Ruso en su notificación a la cartera de Salud que encabeza Carla Vizzotti fue la necesidad de cambiar el etiquetado y rotulado del envase secundario.
Las vacunas en cuestión estaban en el depósito de Andreani -la empresa encargada de la logística para la distribución- y separadas como “pendientes”, algo que se hacer con todas las vacunas que ingresan al país hasta la aprobación para su uso y distribución en todo el país.
Para ello es necesario completar la documentación del país de origen de las vacunas y pasar por la evaluación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), por lo que las dosis cuya devolución fue requerida por Rusia no se encontraban disponibles todavía para su aplicación.
En el Gobierno indicaron que el recupero es algo que está previsto en todas las operaciones que involucran insumos farmacéuticos y que puede fundarse en diversos motivos, al tiempo que ponen de relieve que se trata de la primera situación de este tipo, de los 30 cargamentos que llegaron desde Rusia.
Las vacunas Sputnik V, que fueron las primeras que logró adquirir la Argentina para enfrentar la pandemia de coronavirus, fueron el eje de múltiples discusiones y polémicas desde el inicio.
A las críticas y la desconfianza inicial de la oposición, que apuntó a la “falta de información” brindada por Rusia, le siguió el reclamo por las segundas dosis, cuyo envío se vio demorado y obligó a que buena parte de la población que se vacunó primero – especialmente adultos mayores- empezara a recibir la segunda aplicación después del plazo estipulado.
En los últimos días, la controversia en torno a estas vacunas estuvo en la falta de aprobación por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que derivó en que Estados Unidos y la Unión Europea informaran que no admitirán el ingreso de turistas que hayan recibido la Sputnik V.
Fuente: EL LITORAL