Como lo denunciamos el año pasado en nuestro canal, en el 2017 el Banco Mundial daba créditos para las compras de los test PCR para el COVID-19, es decir, con dos años de antelación al evento de este atentado contra la humanidad.
Como parte del equipo de terrorismo biológico, el Banco Mundial sabiendo de lo que iba a hacer otorgaba créditos a los países para la compra de estos dispositivos que al mismo tiempo que con el oxido de etileno “elemento cancerígeno para refrigerantes automotrices” y aparte con la portación de grafeno con la obligatoriedad de los gobiernos de hacerse el test, siendo que el mismo arroja fallas en el orden del 99 dado a que da positivo ante cualquier persona que de ninguna manera sea el SARS-COV-2.
Esta conspiración tienen sus adeptos locales que insisten en hacer los tests para declarar la sanidad o enfermedad de las personas, el absurdo de nuestra vida de estar sujeto a los gobernantes que usan la mentira para conocer la verdad, lamentable pero cierto.
