El polietilenglicol se produce por la interacción de óxido de etileno con agua, etilenglicol u olígomeros de etilenglicol. La reacción está catalizada por catalizadores ácidos o básicos. Se prefiere partir de etilenglicol o sus oligómeros que del agua, ya que esto permite obtener polímeros de baja polidispersión.
Estas imágenes que observáis son Polietilenglicol un componente registrado en la vacuna de Pfzier Comirnaty.
El PEG se relaciona con reacciones de anafilaxia y aunque desconocemos su ruta metabólica, uno de sus componentes es el óxido de etileno, que está asociado con cánceres como el de mama, linfoma, leucemia y cáncer de estómago.
De hecho sabemos que recientemente han retirado cientos de productos en España, como helados por ejemplo, debido a que estaban contaminados con esta sustancia.
Tendrían que retirar también estas vacunas que ahora se están probando en nuestros niños ante la más mínima sospecha.
No tenemos que irnos a componentes no declarados de las vacunas para explicar sus dañinos efectos, porque la realidad siempre supera la ficción.
Vamos a pedir explicaciones de esta hipótesis al portal de transparencia. De momento sólo estemos alerta.
Desde el inicio de la vacunación contra el COVID-19 en el mundo, a fines de 2020, se conocieron casos de personas que presentaron reacciones alérgicas tras la primera aplicación. Si bien en algunos casos revistieron gravedad, los especialistas afirmaron desde el comienzo que se trataba de hechos aislados. Un nuevo estudio publicado en JAMA Internal Medicine demostró que es seguro recibir la segunda dosis para quienes padecieron algún tipo de complicación en ese sentido, incluso con cuadros de reacciones anafilácticas.
Durante la investigación realizada por un equipo del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt encabezado por Matthew Krantz se analizó a 189 pacientes que habían sufrido reacciones alérgicas con la primera de la dosis de las vacunas de Moderna o Pfizer-BioNTech, fabricadas con la plataforma de ARN mensajero y que próximamente serán aplicadas también en Argentina. Entre los pacientes estudiados se encontraban algunos que habían sufrido reacciones anafilácticas graves con la primera aplicación, describieron los científicos en la publicación de JAMA Internal Medicine publicada el 26 de julio.