Para facilitar la comunicación y la inclusión social, se debe poner atención a las necesidades de la persona que tiene el problema, sobre todo tratándose de niños.
En el marco de la Semana de la Hipoacusia, el Ministerio de Salud Pública comparte algunos consejos para facilitar la comunicación de las personas hipoacúsicas con su entorno.
Cómo ayudar a un hijo hipoacúsico
· Mirarlo a la cara cuando se le habla
· Situarse en un lugar bien iluminado, para que el niño pueda ver los labios y la expresión de quien le habla.
· Cuidar que no haya ruidos fuertes que dificulten la comunicación
· Hablarle claro y despacio. No gritar.
· Cuidar el audífono o implante coclear que usa el niño. Cambiar la batería regularmente, guardar el dispositivo en una caja seca pro la noche.
· Seguir las instrucciones del médico o audiólogo.
· Asistir a las reuniones de terapia o controles, según las indicaciones.
· No ocultar que el niño tiene pérdida de la audición.
· Informar de la situación a los docentes y pedirles que lo ubiquen en un asiento al frente de la clase.
· Pedirles a los docentes que miren al niño mientras hablan.
· Informar a familiares y amigos sobre las necesidades del niño y guiarlos para que puedan comunicarse con él de una manera eficaz.
· Incluir al niño en todas las actividades familiares y sociales.
· Enseñar y alentar al niño para que comunique sus necesidades sin dudarlo. Por ejemplo, si el audífono deja de funcionar, o que solicite a las personas que repitan lo que dijeron si no pudo oír bien.
· Aprender la lengua de señas, para comunicarse mejor con el niño.
· Ponerse en contacto con organizaciones de personas con problemas de audición o familiares de ellas, para solicitar orientación y apoyo.
Cómo ayudar a personas que puedan tener pérdida auditiva
· Animarlas a que se hagan un examen de audición
· Hablarles claro y despacio. No gritar
· Hablarles de frente, en un lugar iluminado
· No exagerar ni distorsionar los movimientos de los labios
· No hablar en forma simultánea con otras personas
· Hablar de a una persona por vez
· Reducir el ruido de fondo o ubicarse donde no haya ruido para hablar
· Incluir a las personas con pérdida auditiva en todas las actividades
· Animarlas a hablar de su problema de audición con otras personas
Síntomas
Antes del desarrollo del lenguaje, puede no haber síntomas, pero sí señales de alarma, como falta de reacción del niño ante ruidos. También se debe prestar atención si el niño no balbucea o deja de hacerlo.
En etapas posteriores, la disminución o pérdida de la audición puede manifestarse con:
· problemas para seguir una conversación
· dificultad para oír en ambientes ruidosos
· problemas para diferenciar sonidos agudos
· sensación de falta de equilibrio o mareo
· zumbidos
Ante alguno de estos síntomas, se debe consultar en un hospital o centro de salud que cuente con servicio de fonoaudiología.
El ruido y la hipoacusia
La hipoacusia es un trastorno sensorial consistente en deficiencia de la audición. Puede afectar a un solo oído o a ambos, dificultando la comunicación.
Esta disminución de la capacidad auditiva puede existir desde el nacimiento, o desarrollarse en otras etapas de la vida.
Los ruidos y sonidos de alta intensidad pueden afectar la audición. Al respecto, la Organización Mundial de la Salud recomienda un límite de 65 decibeles.
El ruido excesivo puede producirse en lugares de trabajo, eventos recreativos, discotecas, conciertos. También es perjudicial el uso de auriculares para escuchar música a alto volumen.
Según el grado de pérdida de la audición, la hipoacusia se clasifica en leve, moderada, severa y profunda o sordera.
Provisión de equipos auditivos
El Ministerio de Salud Pública cuenta con un área de Hipoacusia, con dependencia de la Subsecretaría de Medicina Social, a cargo de la licenciada en Fonoaudiología Sonia Siminelakis.
A través del Programa Nacional de Hipoacusia, se provee equipamiento auditivo como audífonos, implantes cocleares, vinchas óseas e implantes osteointegrados a niños de 0 a 19 años sin obra social.
En la actualidad hay 108 pacientes salteños en lista de espera para recibir equipamiento auditivo del Programa Nacional de Hipoacusia. De ellos, 6 requieren un implante coclear; 12, un implante osteointegrado; 15, vincha ósea y 75, audífonos.