A los que aún no han sido inyectados con el compuesto mortal, luchen por la continuidad de los seres humanos, y por la vida de sus hijos. Matarán a la gran mayoría de las personas que ahora están vivas. Inmediatamente después de recibir la primera inyección, alrededor del 0,8% de las personas mueren en 1 año.
Los supervivientes tienen una esperanza de vida de 2 años de medio, pero esta disminuye con cada inyección de refuerzo. Se están desarrollando vacunas complementarias para provocar la degradación de órganos específicos, como el corazón, los pulmones y el cerebro.
El objetivo final del régimen de vacunación administrado actualmente solo puede ser un evento de despoblación masiva, que hará que todas las guerras mundiales combinadas, parezcan un juego de niños.
Miles de millones ya están condenados a una muerte segura, inmutable y agonizante. Cada persona que ha recibido la inyección, morirá con toda seguridad de forma prematura. 3 años es una estimación generosa del tiempo que pueden esperar permanecer con vida”.