Una correcta higiene bucal diaria, el consumo de agua y frutas frescas y tomar infusiones amargas o con edulcorantes naturales contribuyen a tener dientes, encías y boca saludables.
Tener dientes, encías y boca saludables son aspectos de la salud que se pueden conservar con buenos hábitos y chequeos regulares con el odontólogo.
La correcta higiene bucal debe ser un hábito diario. Al limpiar dientes, muelas y encías, se elimina la placa bacteriana que se forma todos los días en esas superficies, causante del mal aliento, las caries y la inflamación de las encías.
Los dientes y las muelas deben ser lavados después de cada comida. También se recomienda utilizar hilo dental. Una vez realizada la limpieza antes de ir a dormir, se aconseja beber solo agua.
El tiempo de cepillado es muy importante para lograr despegar la placa bacteriana. La limpieza debe ser de dos minutos e incluir las encías. Además, se debe cepillar -varias veces- todas las caras de las piezas dentarias.
Nueve de cada 10 personas en el mundo está en riesgo de tener algún tipo de enfermedad bucodental, lo cual incluye desde caries hasta enfermedades de las encías y cáncer de boca.
La prevención es fundamental desde la infancia, dado que, según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, entre el 60% y el 90% de los niños en edad escolar tienen caries.
Es importante destacar que algunas bebidas y alimentos pueden provocar caries y erosiones ácidas en el esmalte dental, produciendo la destrucción de la capa externa del diente.
Desde el programa de Odontología de la provincia señalaron cuales son las comidas que tienden a desarrollar enfermedades bucodentales y entre ellas se destacan
· Gaseosas y jugos con azúcar y sin azúcar.
· Bebidas con edulcorante.
· Mate, café, té y otras infusiones con azúcar agregada.
· Vino y cerveza.
· Golosinas.
· Galletas dulces.
· Cereales con azúcar.
· Barras de cereales.
Por ello, se aconseja tomar agua frecuentemente, consumir frutas frescas y beber infusiones amargas o con edulcorantes naturales como la stevia natural en hojas.
Cuidados en cada etapa de la vida
A los bebés, la lactancia materna les favorece el desarrollo de huesos y músculos de la cara, contribuyendo a las funciones de respiración y deglución. Cuando sale el primer diente, se debe higienizar con cepillo suave o con grasa limpia. Se tiene que realizar una consulta odontológica durante el primer año de vida.
En el caso de los niños y niñas, entre los 2 y 5 años, con dientes de leche, se recomienda el uso de pastas con flúor. Es aconsejable que el cepillo tenga un cabezal pequeño y utilizar hilo dental entre las piezas dentarias. La consulta odontológica debe realizarse dos veces al año.
Respecto a los niños y niñas, mayores de 6 años, les comienzan a salir los dientes que van a durar toda la vida. Pueden comenzar a cepillarse solos, aunque es importante la ayuda de los adultos para llegar con el cepillo hasta las muelas. El recambio dentario termina cerca de los 13 años. La consulta odontológica tiene que efectuarse dos veces al año.
En los adolescentes es muy frecuente la gingivitis. Para prevenirla, es fundamental la higiene con cepillo e hilo apropiados. Los piercings pueden retener alimentos y bacterias que aumentan el riesgo de una enfermedad bucal. Para practicar deportes de impacto es recomendable usar protector, ya que los golpes bruscos pueden romper o desgastar los dientes. Dos veces al año se deben realizar consultas odontológicas.
Los cambios hormonales en las embarazadas pueden causar alteraciones en la boca, muelas, dientes y encías. Durante el período de gestación, los controles odontológicos tienen que realizarse cada 3 meses.
Para los adultos mayores es aconsejable usar cepillos interdentales. Si la persona utiliza prótesis dental, tiene que lavarla con un cepillo de uñas y jabón blanco. Además, una vez por semana, sumergirla en agua con unas gotitas de lavandina. La consulta odontológica debe realizarse dos veces al año.