Los pies de loto, así eran llamados los pies de las mujeres chinas que desde su niñez eran vendados para que no crecieran y tuvieran un tamaño diminuto.
Cuando las niñas tenían entre 4 y 6 años de edad, las madres comenzaban a vendarles los pies. Primero eran remojados en agua con hierbas para eliminar todos los restos de pieles muertas, y las uñas se cortaban tanto como era posible. A las pequeñas se les daba un masaje en los pies, para después quebrar los cuatro dedos más pequeños, con el objetivo de acomodarlos como abrazando la planta del pie.
El “pie de loto” era considerado la parte más erótica del cuerpo de la mujer, por lo que entre más pequeño, era más codiciado por los hombres. De hecho, existía una clasificación, aquellas mujeres que tuvieran los pies más delgados, pequeños, puntiagudos, arqueados, perfumados, suaves y simétricos, podrían convirtiesen en “loto dorado”, la máxima distinción de belleza femenina.
