Según una encuesta desarrollada por la Comisión de Comercio Interior de la Cámara Argentina del Libro (CAL), producto de la pandemia y otros factores, en Argentina la venta de libros tuvo una fuerte caída osciló en rango del 26% al 50%, aunque las librerías virtuales sintieron mucho menos ese descenso abrupto.
El relevamiento se realizó a través de una encuesta enviada por correo electrónico a 140 librerías de todo el país que tomó en cuenta el período comprendido entre diciembre de 2019 y octubre de 2020 y apuntó a conocer las reacciones que tuvieron los distintos actores del sector frente a la pandemia y cómo hicieron para enfrentar las restricciones a la circulación a través de las alternativas de comercio que generaron las distintas etapas de aislamiento y distanciamiento social.
“Al igual que en otras industrias y comercios, las librerías tuvieron que permanecer cerradas un largo tiempo. Por ejemplo, las dos cadenas más importantes tienen sus locales en shoppings o en avenidas que vieron restringida totalmente su circulación“, analiza Juan Pablo Pampin, coordinador de la Comisión de Comercio Interior, vicepresidente de CAL y responsable del estudio.
Pampín remarca también que los libros durante las crisis son un consumo de segundo o tercer orden: “Los consumidores, al ver comprometidos sus ingresos, lo primero que deja de lado son los consumos que consideraban de menor importancia”.
De los negocios que respondieron el formulario, el 40% se encuentra en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en el Gran Buenos Aires, seguido por las librerías del centro del país. De ese total relevado, el 51% cuenta con una librería on-line, de las cuales el 32% la abrió durante la pandemia. Fue ese cambio de modalidad el que las llevó a publicitar y generar más estrategias para redes sociales y así apuntalar el negocio. Las redes más usadas son Facebook (88%), Instagram (80%) y Whatsapp (78%) para las librerías con local a la calle, e Instagram (100%), Whatsapp (92%) y Facebook (85%) para las virtuales.
El comercio electrónico en 2020 pasó a representar casi el 40% de la facturación de las librerías, lo que implicó un incremento del 144% respecto a las operaciones de de ese tipo durante 2019. En esa misma línea, Mercado Libre también aumentó su participación en las ventas: pasó de 7% al 17%.
Las librerías con un único local tuvieron, además, dificultades para solventar los alquileres, los sueldos y los servicios. A pesar de eso, no disminuyó la cantidad de empleados que tienen. Pampin cree que esto se debe a que la mayoría de las librerías que respondieron la encuesta son librerías medianas y pequeñas, en gran mayoría atendidas por sus dueños y por familiares directos. “El de librero es realmente un oficio muy noble y de mucha transmisión de conocimientos que se va dando naturalmente de generación en generación, cuesta mucho tiempo formar un buen librero”, sostiene el vicepresidente de CAL.
Fuente: Ámbito