En un comunicado emitido el 14 de diciembre de 2020, la OMS finalmente reconoció lo que tantos médicos y profesionales médicos han estado diciendo durante meses: la prueba de PCR utilizada para diagnosticar COVID-19 es un proceso impredecible con demasiada frecuencia, muchos falsos positivos.
Este “Problema” admitido por la OMS se produce a raíz de demandas internacionales que exponen la incompetencia y malversación de funcionarios de salud pública y formuladores de políticas por confiar en una prueba inadecuada para su propósito.
El “problema” es un proceso cíclico totalmente arbitrario que “significa que se necesitaron muchos ciclos para detectar el virus. En algunas circunstancias, la distinción entre ruido de fondo y presencia real del virus objetivo es difícil de determinar”.
Artículo completo traducido al español.
Fuente: Altavoz Libre e Independiente
