La Doctora Maria Jose Martínez Albarracín, Catedrática en Procesos Diagnósticos Clínicos, ha sido desde el comienzo una de las voces más claras y contundentes en nuestro país acerca del fraude, el abuso y la manipulación institucionales en la “crisis del COVID”. Actualmente jubilada, dentro de su larga trayectoria profesional ha sido profesora de Bioquímica, Inmunología, y Técnicas Analíticas Instrumentales en el Ciclo Superior de Formación Profesiónal de “Laboratorio Diagnóstico Clínico”.
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Durante la entrevista, la doctora menciona: “Mis alarmas se despertaron cuando comprobé que los medios de comunicación “mainstream” sobre todo la Tv, daban una información demasiado repetitiva de algo que estaba pasando muy lejos: en China. Hace tiempo que cuando veo algo parecido me decido a buscar fuentes alternativas de información para contrastar.”
En esa misma línea, dice: “Por otra parte, el relato chino oficial era bastante poco creíble (un nuevo virus de procedencia animal y que estaba provocando una epidemia altamente contagiosa a partir de un mercado en Wuhan). Los virus no saltan de especie fácilmente y, en caso de que lo hagan, son menos contagiosos que los específicos, luego algo no cuadraba con el relato oficial.”
Además, expresó: “Lo que ya me hizo pensar que, definitivamente, había algo turbio fue la declaración de la epidemia en Italia pues, a pesar de que “se tuvo cuidado” de esperar a que pasara el Año Nuevo Chino, donde se producen millones de desplazamientos de ciudadanos chinos por todo el mundo, no se pudo encontrar la trazabilidad del primer contagio italiano. Es decir, el primer caso italiano no había tenido contacto con ninguna persona china ni había viajado. Si supuestamente el virus se había originado en el mercado de Wuhan, ¿cómo había saltado hasta Italia?”
Entre las conclusiones de esta entrevista, se destaca:
- Los gobiernos deberían proporcionar más recursos y apoyo para el desarrollo y la fabricación de vacunas, terapias y diagnósticos que serán necesarios durante una pandemia grave.
- Los gobiernos y el sector privado deberían asignar una mayor prioridad al desarrollo de métodos para combatir la información errónea y la desinformación antes de la próxima respuesta pandémica.
Antecedentes: Bill Gates, en el año 2015, ya hablaba de la necesidad de inversión en el sector sanitario apuntando al hecho de que las futuras guerras serían biológicas.
Es decir, ya se apuntaba a los dos puntos fuertes que han sustentado todo este montaje: la necesidad de inyectar dinero en la empresa privada, tecnológica y multinacional desde luego, y la necesidad del control de la información y de las personas.
Estos dos factores entonces, ¿son la clave para comprender todo lo acontecido?
Diversos analistas geopolíticos como Daniel Estulin alertaban desde hace tiempo sobre la quiebra ineludible del sistema liberal bancario-financiero, debido al apalancamiento monstruoso del mismo y a la gigantesca crisis de deuda (en su libro La Trastienda de Trump y en diversos vídeos y seminarios de este autor).
En resumen, la manera de producir un reseteo o nuevo inicio del sistema bancario-financiero quebrado ha sido en el pasado la guerra, en especial las dos guerras mundiales. Probablemente se intentó una nueva contienda mundial para ocultar la quiebra sistémica del sector con el asesinato de Soleimani, pero el miedo a la guerra nuclear y la muerte del agente de la CIA inductor de dicho asesinato, en el bombardeo por Irán como venganza al avión en que viajaba, lo impidieron (Michael D’Andrea, jefe de operaciones de la CIA en Irán y el personaje que orquestó el asesinato del general iraní Qassem Soleimani, murió el lunes 27 de enero en el avión estadounidense que fue derribado sobre Ghanzi, en Afganistán, informó Veterans Today (VT), citando fuentes de inteligencia rusas).
