El ex jefe de Gabinete y actual interventor de Yacimientos Carbonífero de Río Tur-bio (YCRT), Aníbal Fernández se prepara para volver a primera línea y su nuevo destino sería la Secretaría de Energía de la Nación, que actualmente conduce Sergio Lanziani.
La secretaría a cargo del misionero, varias veces cuestionado por su desempeño y su codicia por el poder, dejaría de estar bajo la órbita de la cartera de Desarrollo Productivo, que conduce Matías Kulfas, y se transformaría en ministerio.
La idea forma parte del relanzamiento del Gobierno que planifica desde la Quinta de Olivos el presiente Alberto Fernández. De hecho, Aníbal viene criticando desde hace unos días a los funcionarios que no toman un mayor protagonismo para defender al gobierno de Alberto Fernández. Además, reconoció que sería ministro si el Presidente lo convocara: “hemos estado juntos (con Fernández) esta semana y se lo ratifiqué, donde me necesite yo estoy”, dijo.
El lunes de la semana pasada, el ex senador arrancó el mes levantando polvareda puertas adentro cuando cuestionó a los que no sacan “el pecho”. “Pidan la pelota, loco, dale; ayuden un poco al presidente que está haciendo un esfuerzo muy grande y no le saca el culo a la jeringa”, dijo Aníbal Fernández.
En el entorno de Kulfas no descartan que Fernández pueda tener un rol “de mayor relevancia en el Gobierno”, aunque desestimaron los rumores sobre la elevación del rango de secretaría de Energía. “Nosotros venimos trabajando muy bien con Aníbal, no sabemos dónde puede estar mañana porque él es un hombre de Estado y está capacitado para estar en cualquier lado”, dijo un funcionario del ministerio de Desarrollo Productivo.
El destino del secretario de Energía, Sergio Lanziani, estaría sellado más allá del lugar que pueda ocupar Fernández. El misionero se haría cargo de Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA). El mes pasado, el misionero instaló su despacho en la sede de la empresa estatal que administra las centrales nucleares, en el barrio bonaerense de Villa Martelli, a metros de la General Paz.
Cabe recordar que semanas atrás, Lanziani volvió a estar en el centro de las críticas por haber sido quien orquestó todo y abrió la cancha para que el contador Walter Tamis se presentara en las oficinas de la EBY como presidente del organismo sin haber sido nombrado como tal por, Alberto Fernández, quien días después -el 10 de junio pasado- eligió a Ignacio Barrios Arrechea para ocupar ese lugar tan codiciado.
Al presentarse en las oficinas que tiene la EBY en Buenos Aires, el contador -que sería quien le lleva las cuentas al ex secretario de Energía de Misiones-, aseguró que ya estaba confirmada su designación, algo que Lanziani hizo publicar como un triunfo suyo.
Esta situación no hizo más que debilitar la figura de Lanziani, quien sigue perdiendo poder en la Nación y se encuentra en la cuerda floja ya que varias veces “se cortó solo” desoyendo las órdenes de sus jefes políticos y tomando decisiones inconsultas.
